El suicidio, ¿Por qué ocurre?

  • El psicólogo Jorge López Vallejo analiza los factores que pueden llevar una persona a suicidarse y las posibles maneras de intentar prevenirlo

El suicidio y los intentos de suicidio representan un problema muy grave de salud. Para el propio sujeto puede significar la única vía de salida que vislumbra para acabar con su sufrimiento; para los familiares, sobre todo para los padres, esposos o esposas, el suicidio consumado es el inicio de una tortura de la que difícilmente se recuperan.

Madrid, julio 2017

Tenemos un ejemplo en Hemingway, que hizo uso de una estrategia de vida que no resultó útil para él o con personas deprimidas educadas y muy inteligentes, que han ido a las mejores universidades y han tocado con la mano el mayor de los éxitos. Tienen brillantes resultados académicos, formación internacional, proyectos ambiciosos y dinero – tienen o han tenido todo en la vida-, pero están abrumadas, deprimidas asustadas…, han desarrollado una continua sensación de angustia existencial. Aparecen conflictos con sus cónyuges compañeros y amigos fracasan profesionalmente, aparecen ataques de angustia o pánico con evidentes problemas psicosomáticos. Hemingway, era un hombre muy inteligente y creativo, lo tenía todo y estaba muy deprimido, de hecho, le tentaba el suicidio. Había escrito sobre el suicidio desde sus primeros años, pero no se suicidó hasta la vejez, ya muy enfermo. Había decidido seguir vivo, pensó que podría tener una vida interesante y se embarcó en continuas aventuras, luchó en guerras y participó en numerosos safaris donde estaba sucediendo algo interesante y problemático, allí se encontraba Hemingway.

Según la Organización Mundial de la Salud “El suicidio es un acto deliberado con desenlace fatal que es intentado y llevado a cabo por una persona con plena conciencia de las consecuencias definitivas de ese acto.” Aparentemente el suicidio es la solución más permanente para dejar de sufrir ante un intenso dolor que no se alivia. Puede ser el resultado de una planificación o de un acto impulsivo, ambas conductas tienen un común denominador, la idea de que con este acto, el protagonista se librará del dolor y que sus seres queridos descansarán de sus problemas.

“El reto de los psicólogos es ayudar a los familiares a detectar y prevenir la conducta suicida en toda la población y no sólo en personas que han sido diagnosticadas con algún trastorno mental o que han pasado por la consulta del médico. El objetivo es que los familiares puedan advertir las señales de alerta verbales y no verbales de la posible conducta suicida.” Afirma Jorge López Vallejo.

La primera manera de avanzar en el conocimiento del suicidio es dejar de considerarlo como un tabú o una conducta moralmente inaceptable, prohibida y castigada, y considerarlo como cualquier otro problema de salud que no debe ser escondido, del que se puede hablar sin sentir vergüenza, para detectar e idear estrategias de prevención, en definitiva obtener armas para controlarlo y erradicarlo. El miedo es uno de los principales factores que alimentan que el suicidio sea un tabú, el miedo lleva como principal estrategia la evitación, que significa literalmente ponerse una venda en los ojos dejándonos ciegos frente a los posibles signos de sufrimiento de un familiar. En algunas familias, entornos sociales, trabajo sólo hay cabida para las emociones positivas y se castigan con la indiferencia cualquier expresión de tristeza por parte de sus miembros que ejercido de manera sistemática y rígida produce mucho malestar.

En segundo lugar es necesario conocer los mitos o creencias erróneas sobre la persona que tiene ideas de suicidio:

  • Mito 1. Preguntar si está pensando en suicidarse incita a hacerlo. Normalmente el miedo nos impide hacer esta pregunta, pero está demostrado que hablar sobre estos pensamientos disminuye el riesgo de cometer el suicidio porque preguntar a un familiar sobre sus emociones y pensamientos le hará sentir que nos importa, y con su respuesta estará verbalizando su malestar y podrá aliviar su tensión. La actitud del familiar debe ser escuchar, no juzgar, ni discutir o minimizar sus ideas, lo que le indicará que nos preocupa y que queremos ayudarle.
  • Mito 2. Si la persona expresa su deseo de acabar con su vida nunca lo hará. La mayoría de las personas que se han intentado suicidar lo han comunicado a alguien, o bien con palabras, amenazas, gestos o cambios en su conducta. Aunque en ocasiones pueden ser consideradas como una manipulación para obtener algo determinado estas verbalizaciones hay que tomarlas en serio
  • Mito 3. La persona que se quiere suicidar no lo dice. La evidencia es que 9 de cada 10 personas que se suicidan declaran sus intenciones, dando avisos evidentes de sus intenciones. Si alguien de nuestra familia amenaza con autolesionarse debemos tomarnos en serio sus palabras y preguntar por ello e intervenir directamente.
  • Mito 4. La mayoría de los suicidas no avisan. El suicidio puede realizarse impulsivamente o planificarse cuidadosamente, pero siempre existen signos directos o indirectos, verbales o no verbales, pistas de riesgo. Podemos hacer algo para prevenirlo, por ello es importante detectar las señales de alerta de riesgo inminente y conocer los factores que aumentan o disminuyen su aparición.
  • Mito 5. Sólo las personas con problemas graves se suicidan. Para cada persona su problema es el más importante aunque a nosotros nos parezca mínimo. El suicidio es multicausal, ciertos acontecimientos pueden ser estresantes para una persona y no lo serán para otra, por ejemplo el nacimiento de un hijo puede desencadenar sentimientos de alegría o de profunda incapacidad de afrontamiento. Valorar desde nuestra visión, lo que para otros puede ser grave o menos grave, puede llevar a que infravaloremos su dolor.

Aprendamos a identificar las señales de alerta sobre la presencia de pensamientos de suicidio.

Hay estudiadas y claras señales de alerta verbales y no verbales nos pueden indicar que alguien está pensando en suicidarse:

Comentarios y verbalizaciones negativas sobre el daño que están haciendo a sus familiares: “Estarías mejor sin mí”, “Soy una carga para los demás”, “No tengo derecho a hacerte daño”…

La persona con ideas de suicidio tiene la creencia y el convencimiento de que producen sufrimiento directo a sus familias y por lo tanto estarían mejor sin él, por lo que es muy importante hacerles ver que sobre todo su muerte es lo que les va a destrozar la vida.

Comentarios o verbalizaciones relacionados con el acto suicida o la muerte: “Me gustaría desaparecer”, “Quiero descansar”, “No deseo seguir viviendo”, “Me pregunto cómo sería la vida si estuviese muerto”, “Quiero quitarme la vida pero no sé cómo”, “Después de pensar mucho ya sé cómo quitarme del medio”, “No merece la pena seguir viviendo”.

Comentarios y verbalizaciones negativas sobre si mismo o su vida: “No valgo para nada, “Soy un inútil”, “Mi vida no tiene sentido”, “Estoy cansado de luchar”, “Toda mi vida ha sido inútil”…

Muestran una visión de túnel, viendo sólo los aspectos negativos, están centrados en sus errores y fracasos, obviando las cosas que han hecho bien y generalizando a todas las situaciones de su vida.

Comentarios o verbalizaciones negativos sobre su futuro: “No hay solución”, “Quiero terminar con todo”, “Las cosas no van a mejorar nunca”…

La persona piensa, siente que el presente lleno de angustia es el mismo futuro.

Cambios repentinos de conducta: como irritabilidad, ingesta de alcohol en cantidades superiores a las habituales y con una frecuencia inusual; o periodos de calma repentinos cuando previamente ha presentado mucha agitación.

Aparición de laceraciones recientes en alguna parte del cuerpo.

Regalar objetos muy personales, preciados y queridos.

Cerrar asuntos pendientes.

Despedidas verbales o escritas: “Quiero que sepas que en todo este tiempo me has ayudado mucho”, “Te quiero muchísimo y siempre te querré”…

Preparación de documentos para cuando uno no esté (testamento, seguro de vida etc.)

“Si sospecha que su familiar se encuentra en una situación de riesgo suicida, no le deje sólo y póngalo en contacto con los servicios de salud mental, el médico y el psicólogo, son los especialistas indicados para ayudarle.” Concluye el psicólogo Jorge López Vallejo.

Sobre Jorge López Vallejo – Terapia Breve Estratégica, una psicología diferente:

La Terapia Breve Estratégica fue formulado por un grupo de científicos (psiquiatras, psicólogos, antropólogos) de la Escuela de Palo Alto en California en el Mental Research Institute (MRI), instituto líder en el desarrollo de la Terapia Familiar y la Terapia Breve Estratégica, que se ha convertido en el lugar donde ir para cualquier terapeuta que quería estar en la vanguardia de la investigación y la práctica de la psicoterapia.

El modelo de psicoterapia breve estratégica evolucionada, desarrollado por Giorgio Nardone y sus colaboradores en el Centro de Terapia Estratégica (C.T.S.) de Arezzo (fundado por Paul Watzlawick y Giorgio Nardone) se caracteriza por haber establecido un conjunto de protocolos específicos para el tratamiento de diversos trastornos psicológicos. En los últimos 25 años, gracias a un proceso sistemático de “búsqueda-intervención”, el modelo ha demostrado ser un importante instrumento de conocimiento, aplicable en la resolución de numerosos problemas humanos, que abarcan desde el ámbito clínico al ámbito educativo y empresarial.

Esta novedosa técnica es un enfoque original sobre la formación y la solución de los problemas humanos que se basa en fundamentos teóricos y práctica aplicativa en constante evolución sobre la base de la investigación empírica. Se trata de una intervención terapéutica breve (menos de 20 sesiones) que se ocupa, por una parte, en eliminar los síntomas o el comportamiento disfuncional por el cual la persona ha recurrido a terapia, y por otra parte, en producir un cambio de las modalidades según las cuales la persona construye su propia realidad personal e interpersonal.

Es una corriente científica y muy estudiada, pero aún es una gran desconocida. El enfoque estratégico de la técnica, se centra en que los problemas psicológicos como resultado del sistema de percepción de la realidad del individuo aportando soluciones aparentemente ilógicas que buscan la solución rápida del problema. Su clave es que para resolver un problema sólo hay que entender cómo funciona, manteniendo el presente del individuo, sin necesidad de buscar la causa en el pasado. La novedosa técnica mantiene que los intentos arbitrarios de solución puestos en práctica por el paciente o sus familiares, son por lo general los que mantienen el problema o generan nuevos problemas.

Jorge López Pérez Vallejo, en contacto directo con Giorgio Nardone y sus colaboradores en el Centro de Terapia Estratégica (C.T.S.) de Arezzo y con la Escuela de Palo Alto en California en el Mental Research Institute (MRI), es uno de los pocos profesionales que trabaja esta corriente psicológica tan exitosa, aportando una visión global al paciente gracias a su completa formación con sus tres carreras como psicopedagogo, educador y psicólogo. Su experiencia, bagaje profesional y amplia formación, hacen que sea el único profesional con los ingredientes esenciales como experto clave de esta novedosa corriente psicológica en nuestro país.

“En un tiempo breve y con una media de menos de 10 sesiones provocamos un cambio en tu vida. Sabemos cuándo y cómo puedes acabar con tu problema”. Jorge López Vallejo