Esta técnica ha hecho posible el nacimiento de más de 3.000 niños en nuestro país
- “Los nacimientos logrados a partir de óvulos o embriones congelados, o engendrar niños sanos a partir de pacientes con VIH gracias al lavado del semen, son técnicas con las que no podíamos ni soñar hace treinta años”
- Las parejas de lesbianas ya están ejerciendo en nuestro país su derecho a tener hijos biológicos con participación de ambas. Una aporta los óvulos y la otra lleva la gestación
- Si la movilidad de los espermatozoides mantiene la reducción media que ha registrado durante este periodo, en menos de 60 años todos los espermatozoides serían inmóviles
A finales de los años 70 el Dr. Simón Marina fundaba el Instituto CEFER y creaba el primer banco de semen de nuestro país. De este modo se abría el camino hacía la normalización y generalización del uso de semen congelado de donante anónimo, que ha hecho posible el nacimiento de más de 3.000 niños en este periodo de tiempo sólo de pacientes tratados en el Instituto CEFER.
“La congelación del semen supuso en su momento toda una revolución, pero en estos momentos es sólo una herramienta más de la que servirse para ayudar a las parejas con problemas de fertilidad. Hoy contamos con técnicas con las que no podíamos ni soñar hace tres décadas cuando pusimos en marcha el Instituto CEFER”, ha comentado el Dr. Simón Marina, que ya en 1999 elaboró un método simple para obtener espermatozoides en hombres parapléjicos que no eyaculan.
La creación del primer Banco de Óvulos, los primeros nacimientos logrados a partir de óvulos congelados y el nacimiento de niños sanos a partir de pacientes con VIH mediante el lavado de semen son algunos de los hitos que cuenta en su haber este precursor y revolucionario de la reproducción asistida, fundador de la Asociación Española de Andrología, de la que fue presidente y antiguo miembro del comité ejecutivo de la Internacional Society of Andrology.
Pero a veces no es la ciencia, sino una sociedad en constante evolución, la que demanda nuevos procedimientos y nuevas indicaciones. El Instituto CEFER trata a siete parejas de lesbianas de nuestro país que ejercen su derecho a tener hijos biológicos en pareja. Una aporta los óvulos (madre genética) y la otra lleva la gestación (madre gestante). La Comisión Nacional de Reproducción Asistida, órgano asesor, se ha pronunciado a favor. La legislación española exigía el anonimato en la donación de óvulos, pero evidentemente permitía el uso de los gametos dentro de la propia pareja.
Otros centros de Reproducción Asistida se negaban a atender a parejas lesbianas que deseaban una aportar los óvulos y otra llevar la gestación. El Dr. David Marina, Andrólogo del Instituto CEFER, ha señalado: “Ser pionero en un ámbito tan sensible es un reto apasionante, pero supone también una enorme responsabilidad. En éste, y en otros muchos casos, nos toca ser los primeros en plantear a las autoridades las nuevas necesidades que surgen en la sociedad”.
Coincidiendo con este trigésimo aniversario, el Instituto CEFER ha analizado 3.000 muestras de jóvenes candidatos a donantes de semen recogidas en estos treinta años. En el estudio se ha analizado el volumen, la movilidad y la concentración espermática de jóvenes sanos, de 22 años de media, a los que antes de dar la muestra se les realizó un completo historial clínico.
Poca movilidad y pocos espermatozoides
El análisis de estos datos muestra que la movilidad es el parámetro más afectado; el porcentaje de espermatozoides móviles en el eyaculado es cada vez menor. “En estos treinta años la media de espermatozoides móviles ha pasado del 63% al 42%, lo que supone una pérdida de movilidad anual del 0,7%. Si se mantuviera esta tendencia, en menos de 60 años todos los espermatozoides serían inmóviles”. Son palabras del Dr. Fernando Marina, Responsable del Laboratorio del Instituto de CEFER.
En cuanto a la cantidad de espermatozoides, en este periodo de tiempo se ha duplicado el número de hombres que no cumplen los requisitos mínimos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que consideran que el semen debe tener un mínimo de 20 millones de espermatozoides por mililitro eyaculado.