- La iniciativa busca atraer financiación pública para desarrollar la investigación agronómica
Con el propósito de atraer financiación pública, necesaria para la investigación agronómica y de resaltar los beneficios del cuarto alimento más consumido del mundo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó el jueves en Nueva York el Año Internacional de la Patata.
La iniciativa de declarar el Año Internacional de la Patata partió hace dos años del Gobierno de Perú, su país de origen, con la intención de promover el crecimiento del comercio mundial de este producto. Fue en 2005 cuando la Asamblea General de la ONU aceptó en una petición de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que solicitaba al secretario general que reconociera que la patata es «un alimento básico para la población mundial». En una declaración fechada el 22 de diciembre de 2005, la ONU proclamó a 2008 como Año Internacional de la Patata, recalcando el «papel que la patata puede desempeñar en el desarrollo de la seguridad alimentaria y en el esfuerzo de erradicción de la pobreza».
300 millones de toneladas al año
El mundo produce anualmente más de 300 millones de toneladas de patatas, más de la mitad de las cuales se cultivan en países en desarrollo, y su comercialización en 2006 generó 6.000 millones de dólares, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Rico en vitamina C y potasio, este alimento puede contribuir a reducir la mortalidad debida a la malnutrición. Aunque su consumo está disminuyendo en Europa, aumenta en los países en vías de desarrollo, donde se multiplicó por dos en 40 años. China se ha convertido en menos de dos décadas en el principal productor de patatas del mundo, sobrepasando a Rusia, Europa y Estados Unidos, tradicionales grandes productores y consumidores.
Thomas Gass, diplomático suizo y agrónomo de formación, señaló que la investigación es fundamental para resistir a las mutaciones de las plagas. Así recordó que la hambruna que diezmó Irlanda a mediados del siglo XIX y obligó a emigrar a cientos de miles de irlandeses se debió a un hongo procedente de México que contaminó a las patatas, principal alimento en la Irlanda pobre de la época. «El sector privado no se interesa en la investigación, poco rentable, de manera que la notoriedad que aporta la ONU es indispensable para sensibilizar los organismos públicos», añadió Gass.