EL MEDICO INTERACTIVO, 11 de Marzo de 2006
Los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 pueden influir en el estado de ánimo, la personalidad y el comportamiento, según un estudio de la Universidad de Pittsburgh que se ha hecho público durante la reunión anual de la Sociedad Americana de Psicosomática que se celebra estos días en Denver (Estados Unidos).
En un estudio de 106 voluntarios sanos, los investigadores descubrieron que los participantes que tenían niveles sanguíneos más reducidos de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 eran más propensos a informar de síntomas leves o moderados de depresión, expectativas más negativas y una mayor impulsividad. Por el contrario, aquellos con mayores niveles en sangre de estos ácidos grasos se mostraron más satisfechos.
Según Sarah Conklin, investigadora principal del estudio, trabajos anteriores han vinculado los bajos niveles de omega-3 a trastornos como el desorden de depresión mayor, el trastorno bipolar, la esquizofrenia, el abuso de sustancias y el desorden de déficit de atención.
Conklin señala que sin embargo pocos estudios han mostrado que estas relaciones también se encuentren en adultos sanos. Este estudio abre la puerta a investigaciones futuras que analicen a qué nivel el aumento del consumo de omega-3, ya sea comiendo alimentos ricos en ellos como el salmón, o tomando suplementos de grasas de pescado, tiene sobre el estado de ánimo de las personas.
Las comparaciones se realizaron analizando los niveles de ácidos grasos omega-3 en la sangre de los participantes y comparando los datos con sus puntuaciones en tres pruebas estándar de depresión, impulsividad y personalidad. La cantidad de omega-3 circulante en sangre refleja el consumo dietético de los ácidos grasos. El estudio no requirió que los participantes hicieran cambios en sus hábitos normales de alimentación.