EL MEDICO INTERACTIVO, 10 de Febrero de 2006
Una dieta pobre en grasas, pero rica en frutas, vegetales y fibra no reduce el riesgo de cáncer de mama, cáncer colorrectal o enfermedad cardiovascular en mujeres que ya han pasado la menopausia, según tres estudios estadounidenses dirigidos por el Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, la Universidad de Washington y la Universidad Howard, respectivamente que se publican en Journal of the American Medical Association (JAMA).
Los investigadores del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson examinaron el efecto de una dieta baja en grasas sobre la incidencia del cáncer de mama a través de los datos de un programa nacional sobre modificación de la dieta (WHI, según sus siglas en inglés) en el que participaron 48.835 mujeres posmenopáusicas sin cáncer de mama que comenzó en 1992.
El programa WHI incluía una modificación de la dieta consistente en una reducción de la cantidad de grasas y un aumento de la cantidad de vegetales, frutas y fibra consumida en la dieta. Las mujeres participantes, que tenían entre 50 y 79 años, fueron divididas en un grupo con la dieta modificada según los parámetros antes mencionados y otro grupo cuya dieta no pasó por modificaciones.
Según los científicos, los resultados globales muestran que no existen diferencias significativas entre ambos grupos en cuanto a la incidencia del cáncer de mama. En los 8,1 años de seguimiento en el grupo con cambios en la dieta un 3,35 por ciento de las mujeres desarrolló cáncer de mama frente a un 3,66 por ciento en el grupo control en el que las participantes no cambiaron sus hábitos de alimentación.
Los investigadores de la Universidad de Washington analizaron los datos del estudio WHI y descubrieron que en el mismo periodo de seguimiento se produjo una incidencia del 0,13 por ciento anual de cáncer colorrectal (200 casos) en el grupo cuya dieta había sido modificada y del 0,12 por ciento en el grupo control sin cambios dietéticos. Según los científicos, el patrón dietético no alteró el riesgo de tumores de este tipo.
La investigación del Instituto de la Universidad Howard de Washington examinó los datos del estudio nacional para analizar el efecto de la dieta baja en grasas y alta en verduras, frutas y fibra en el riesgo de enfermedad cardiaca coronaria. Los científicos descubrieron que la dieta no tenía efectos significativos sobre la incidencia de la enfermedad coronaria cardiaca, el ictus, la enfermedad cardiovascular o el ataque cardiaco.