El medico interactivo, 17 de Noviembre de 2005
Una dieta personalizada puede prevenir o retrasar el desarrollo de enfermedades vinculadas, por ejemplo, con la presencia de determinados genes. Así lo asegura, José Antonio Quesada, presidente de la Sociedad Española de Nutracéutica Médica (SENM). Este especialista destaca que, ingerimos en nuestra vida alrededor de 100 toneladas de alimentos, que tienen una gran influencia sobre nuestro estado de salud, y asegura que entre las patologías comunes que podrían prevenirse con una alimentación adaptada a nuestras características genómicas están la diabetes, la hipertensión o las enfermedades cardiovasculares, que afectan a un número creciente de personas.
La nutracéutica médica se dedica a la investigación y al desarrollo de productos químico/biológicos constituyentes naturales de los alimentos que demuestren aportar beneficios en la prevención e incluso tratamiento de determinadas enfermedades. Esta área, que está muy extendida ya en países como Japón y Estados Unidos, es el futuro de la nutrición, según el presidente de la Sociedad, por lo que Europa no puede quedarse a la zaga y debe incorporar el uso de nutracéuticos a nivel preventivo e incluso terapéutico, aseguró Quesada en una conferencia celebrada recientemente en Sevilla.
Nutracéuticos basados en pescado azul
Como ejemplo, Ana Vallejo, directora del área de Nutrición y Nutrigenómica del Centro Médico EuroEspes, citó el caso de las lipoproteínas de determinadas especies de pescado azul, que ayudan a modular la respuesta del sistema inmunológico y, por tanto, son muy beneficiosas para las personas que sufren frecuentemente de catarros o para los alérgicos.
Los niveles de colesterol y triglicéridos también pueden regularse con el uso de nutracéuticos, afirman. Según los resultados de estudios presentados por la Dra. Vallejo, las lipoproteínas de la especie S. pilchardus empleadas en la elaboración de productos nutracéuticos demostraron una reducción del 25 por ciento en los niveles de colesterol y triglicéridos en tan sólo dos semanas con una ingesta diaria de 750 mg. Estos efectos se explican, según la Dra. Vallejo, porque facilitan la circulación evitando que la grasa se acumule en las arterias y ayudan así a mantener los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre dentro de la normalidad.
Las lipoproteínas son macromoléculas compuestas por ácidos grasos y proteínas, especialmente beneficiosas cuando se obtienen a partir de selectas especies marinas, afirmaron. Su empleo en productos nutracéuticos, a partir de determinadas especies de pescado azul, permite aprovechar de manera óptima todas las propiedades saludables de estas especies, que en su consumo como alimento se desvirtúan tras procesos como la cocción, aseguraron estos especialistas.