Consumer.es, 9 de Enero de 2005
La mayoría de las calorías que consumen los niños españoles procede del aceite, la leche y los quesos. Estos tres alimentos, junto con el pan, las galletas, la bollería, los embutidos, los fiambres, los chocolates, la pasta, el arroz y la carne de vacuno, suponen más del 50% de las calorías que ingieren los pequeños, señala un estudio elaborado por el Departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid.
Entre los adultos, los principales suministradores de energía son también los aceites, el pan y la leche, que aportan entre el 4% y el 12% de la energía consumida, apunta dicho informe, realizado entre 903 escolares de más de siete y menos de 12 años, y 1.060 adultos de más de 17 años de diez provincias españolas.
En concreto, las galletas aportan el 4,9% y los embutidos el 4,7% de las calorías consumidas por niños y adultos; mientras que el aceite aporta el 21% de la grasa de la dieta de los adultos y el 13% de la de los niños. La leche, por su parte, supone el 7,3% de la grasa tomada por los adultos y el 11,9%, por los pequeños.
Respecto a las grasas saturadas, uno de los responsables de las enfermedades cardiovasculares, en los adultos las fuentes se encuentran en la leche, los aceites y los quesos, mientras que en los niños se sitúan en la leche, los aceites y los embutidos.
En este sentido, el informe revela que un 88,9% de los adultos y un 99% de los niños supera el 10% de la ingesta de grasa saturada, cuando debe aportar menos del 7% de las calorías. Además, existe un mayor consumo de grasas saturadas en hombres que en mujeres y cuanto menor es la actividad física, menor es su ingesta.
Otro de los aspectos estudiados por el informe es el azúcar, cuyo aporte procede en los adultos de la leche, el azúcar de mesa, los refrescos, los chocolates, las manzanas, las naranjas y mandarinas, los yogures, el plátano, y los zumos de cítricos.
En los niños, el azúcar procede de la leche, los chocolates y derivados, el azúcar de mesa, las galletas, los refrescos, los yogures, el plátano, los zumos de cítricos y otras frutas, y las manzanas.