El medico Interactivo, 29 de Noviembre de 2003
A pesar de que el 85 por ciento de la población es consciente de que el exceso de peso constituye un problema de salud, lo cierto es que se perciben más como una cuestión estética y social más que como enfermedad o factor de riesgo, según ha señalado el presidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN),el doctor Juan Soler. Con estas premisas el abordaje médico de la obesidad y el sobrepeso se enfrenta a una actitud social basada en el culto a la imagen y circunscrita a criterios meramente estéticos.
Es así como la mayoría de las personas quieren adelgazar mucho y muy rápidamente sin importarle el coste y la eficacia real del método que utilizan para perder su exceso de peso, con los riesgos de todo tipo que esto conlleva, según advierten los expertos en Nutrición. «Nadie duda de que la obesidad y en general el sobrepeso se han convertido en un pingüe negocio. Se calcula que el 80 por ciento de los españoles que quieren adelgazar se gastan una media de 60 euros mensuales en todo tipo de tratamientos, afirma el presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) el doctor Basilio Moreno.
En torno al hecho de adelgazar ha surgido un mercado de proporciones inusitadas, que juega con la ignorancia de las personas y trata de confundirlas para atraer su atención», indican los expertos que insisten en que el tratamiento de la obesidad debe estar siempre dirigido por un médico especialista. Además el Estudio sobre Creencias y Actitudes frente al Exceso de Peso, realizado conjuntamente por la SEEN y la SEEDO, ha proporcionado recientemente datos esclarecedores que corroboran las opiniones de los expertos. Entre ellos se encuentran que el 72 por ciento de la población cree que se discrimina a la gente con exceso de peso y casi el 40 por ciento de la población que quiere perder peso está motivada por cuestiones estéticas.
Por si fuera poco, y según el mismo estudio, sólo el 20 por ciento acudiría a un médico para perder los kilos que le sobran, aunque el 92 por ciento está dispuesto a copiar el método que le ha funcionado a alguien de su entorno».
Lagunas en la legislación y dietas milagro
Respecto a los productos milagro, según explica el doctor Soler, «el Centro de Información sobre Obesidad (CIO) y la SEEN», comenta el doctor Soler, «viene acumulando información desde su creación en junio de 2001. Es así como se ha elaborado un amplísimo listado de productos de orígenes dispares, que en la mayoría de los casos se comercializan bajo la apariencia de productos adelgazantes y que sólo son denunciables en el caso de que incumplan la legislación o, y esto es importante, si se demuestra una acción lesiva o tóxica en personas que los hayan utilizado en la posología que indica el envase. El problema es que la legislación actual presenta algunas lagunas significativas y evidencia la necesidad de una nueva regulación de estos productos».
«En este mundo de milagros adelgazantes», advierte el presidente de la SEEN, «han aparecido también algunos test diagnósticos con los que, según dicen en su publicidad, se puede saber qué alimentos engordan a cada persona y cuáles no, propugnando tratamientos antiobesidad a base de la exclusión de la dieta de los mismos». Éste el caso del llamado test ALCAT de sensibilidad a los alimentos. La técnica aparece sumamente sencilla y atractiva, ya que tras una analítica, previo pago de entre 360 a 600 euros, se le entrega al paciente un listado de alimentos que deben ser excluidos de la dieta, ya que supuestamente su organismo presenta algún grado de intolerancia a los mismos y por esta razón son los responsables de su obesidad.
Lógicamente ante tal argumento no se presenta ninguna referencia bibliográfica que lo sustente, señalan desde la SEEN. En cambio apoyan su hipótesis con un gran listado de estudios, todos ellos referidos a la respuesta alérgica a determinados alimentos, sin que ésta tenga ninguna relación con la obesidad. Justifican su técnica con un estudio efectuado en 10 pacientes y plantean que la obesidad «es un problema de la Medicina estética que puede mejorar con dietas diseñadas por el test ALCAT».
En este caso, la SEEN se ha dirigido oficialmente al Instituto Nacional de Consumo, dependiente del Ministerio de Sanidad y Consumo, con el fin de que investiguen a quienes utilizan el método ALCAT, al considerar que podrían estar incurriendo en un fraude al consumidor.