Nutriguia, 3 de Septiembre de 2003
Una encuesta realizada a más 8.500 personas de nueve países de Europa (Reino Unido, Alemania, Italia, Francia y España), Asia (Taiwan y Hong Kong) e Hispanoamérica (Brasil y Méjico), ha revelado que un número importante de pacientes con sobrepeso abandona los regímenes de adelgazamiento y ejercicio después de transcurrido tan sólo un mes desde su inicio. De acuerdo con la OMS, la obesidad es el factor de riesgo cardiovascular más importante, sobre todo porque puede acarrear otras complicaciones serias como hipertensión arterial, diabetes tipo 2, infarto, e incluso ciertos tipos de cáncer.
Motivos del abandono de las dietas
Esta encuesta también ha revelado que hay tres elementos principales por los que los pacientes abandonan las dietas de adelgazamiento: En primer lugar, la rápida desmotivación que sufren estos pacientes, ya que cerca de la mitad de los encuestados abandonó la dieta durante el primer mes (cabe destacar como dato importante que uno de cada cinco encuestador la abandonó durante la primera semana), a pesar de que más del 80% manifestaba que la mejor forma y más segura de perder peso es con una dieta a largo plazo.
En segundo lugar, los pacientes se suelen marcar una metas prácticamente inalcanzables. De este modo, casi ninguno valora de forma positiva las pérdidas moderadas aconsejadas por los expertos. De hecho, la mayoría de los europeos encuestados aspiraba a pérdidas de peso superiores al 20%, mientras que los sudamericanos valoraban como positivas pérdidas del 40%.
Por último, la mayoría de los encuestados hacía referencia a los obstáculos que encuentran para poder seguir de forma efectiva la dieta. Entre éstos, destacaron en primer lugar la falta de fuerza de voluntad para poder seguir una dieta hipocalórica, el estrés, la falta de tiempo y el exceso de apetito.
A pesar de dichos obstáculos, las personas que padecen sobrepeso u obesidad, siguen intentando, en la mayoría de los casos sin éxito, perder peso. A lo largo de los tres últimos años, la mayoría de los encuestados afirmaba haber seguido dietas de adelgazamiento, pero el dato más sorprendente es que gran parte de ellos (en torno al 61%) no sólo recuperó el peso perdido sino que además, lo incrementó.
En este sentido, el doctor Basilio Moreno, Presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, afirma que «los pacientes con obesidad, necesitan más ayuda por parte de los profesionales médicos para superar los obstáculos y alcanzar la pérdida de peso que necesitan, ya que aunque la dieta es parte importante en un programa de pérdida de peso, que se debe complementar con el ejercicio físico, en ocasiones estas medidas no son suficientes y deben ser apoyados con tratamiento farmacológico. En el caso de España, sólo hay dos medicamentos autorizados para el tratamiento de la obesidad, Xenical y Reductil, este último es un bloqueante de la recaptación de serotonina y noradrenalina, lo que se traduce en un doble mecanismo de acción. Por un lado, el efecto sobre la recaptacion de serotonina ayuda al paciente a comer menos, ya que éste se siente lleno mas rápidamente; por otro, el efecto sobre la recaptación de noradrenalina, ayuda al paciente a mantener el gasto energético, ya que disminuye el descenso adaptativo de la tasa metabólica en reposo que se produce al perder peso».
Los beneficios de perder del 5% al 10% del peso corporal
Aunque los riesgos cardiovasculares asociados a la obesidad son elevados, hay formas de reducirlos. De hecho se ha demostrado que, una pérdida moderada de peso, de entre el 5 y el 10%, ayuda a reducir el riesgo de contraer patologías asociadas a la obesidad como hipertensión arterial, diabetes tipo 2, ciertos tipos de cáncer e incluso el riesgo de muerte prematura.
Según los programas internacionales para la prevención de la diabetes, la pérdida de un 5% de peso reduce las posibilidades de padecer diabetes tipo 2 en un 58%, mientras que una pérdida moderada de peso mejora de forma considerable los niveles de glucemia en sangre, la presión arterial y el colesterol.