La margarina en el desayuno ayuda a reducir el colesterol frente a otras grasas

  • La profesora de la Universidad Católica San Antonio de Murcia, Dra. Juana Morillas, presenta un nuevo estudio que confirma el efecto beneficioso de las grasas poliinsaturadas presentes en la margarina sobre el perfil lipídico de un adulto sano, en el contexto de una alimentación variada y equilibrada.
  • Esta es la primera vez que una universidad española hace un estudio centrado en los tres tipos de grasa (margarina, mantequilla y aceite de oliva) que los españoles utilizan habitualmente en su desayuno.

Barcelona, marzo de 2010.- La doctora Juana Morillas, de la Universidad Católica San Antonio de Murcia, ha presentado el nuevo estudio “Efecto del tipo de grasa del desayuno en el perfil de lípidos plasmáticos de adultos”. Este estudio analiza, por primera vez, el efecto de los tres tipos de grasa (aceite de oliva, margarina y mantequilla) que los españoles utilizan habitualmente en su desayuno tienen sobre el colesterol total, el colesterol HDL (bueno), el colesterol malo (LDL) y los triglicéridos.

El estudio ha comparado los efectos que las grasas insaturadas han tenido sobre los lípidos plasmáticos de los participantes, tras la ingesta de tres desayunos compuestos de diferentes tipos de grasas durante un período de un mes: uno con margarina, otro con mantequilla y un tercero con aceite de oliva virgen. En palabras de la Dra. Morillas, “los resultados han sido sorprendentes ya que muestran que la margarina constituye una opción muy saludable para el desayuno en lo que se refiere a la mejora del perfil lipídico del organismo, respecto a las otras fuentes de grasas consideradas en el estudio. La principal conclusión a la que hemos llegado con nuestro equipo es que la ingesta de margarina durante el desayuno favorece la reducción del colesterol total, el colesterol LDL y los triglicéridos en un adulto sano en el contexto de una alimentación variada y equilibrada.”

Así, el estudio muestra que, ingeridas en la misma proporción y bajo las mismas circunstancias del estudio, tanto la mantequilla como el aceite de oliva virgen no provocan cambios positivos significativos en el perfil lipídico de las participantes.

En palabras de Raquel Bernácer, nutricionista del Instituto Flora, “este estudio nos muestra, además, que un pequeño cambio en la selección del tipo de grasa ingerida puede aportar beneficios favorables a nuestra salud cardiovascular, disminuyendo el colesterol malo y el total, y aumentando el colesterol bueno.”

Estudios anteriores

Este estudio se suma a estudios anteriores que, como el estudio Jenkins, realizado en el año 1999 y basado en el consumo diario de 25 gramos de margarina, que demostró que es más nutritivo consumir una rebanada de pan untada con margarina que una rebanada sin untar, debido a su aporte de grasas insaturadas y vitaminas A, D y E.

A nivel internacional, además, avala la información que se presentaba en el Documento de Consenso Internacional sobre la Importancia de la Calidad de las Grasas en la Alimentación, que creó una pauta de recomendaciones sanitarias en cuestión de grasas para acabar con los errores que, con tanta frecuencia, se cometen con un nutriente esencial para la obtención de energía en el organismo. El Documento destaca la importancia de aumentar el consumo de grasas esenciales (como los omega 3 y 6) y reducir el consumo de grasas saturadas y trans. La recomendación internacional incluía dos alimentos grasos claves: el aceite de oliva como fuente de grasas monoinsaturadas y la margarina, como la principal fuente de grasas poliinsaturadas y esenciales.

Estudios anteriores demuestran también que las margarinas que se comercializan en nuestro país contienen menos de un 0,1 g de grasas trans por ración de 10g, muy por debajo de la recomendación de la OMS que insiste en que el consumo de grasas trans no supere el 2% al día.

Referencias

  • Onno Korver, PhD, and Martijn B. Katan, PhD “The Elimination of Trans Fats from Spreads: How Science Helped to Turn an Industry Around”. Nutrition Reviews, Vol. 64, No. 6. June 2006: 275–279.
  • J. E. Upritchard, M. J. Zeelenberg, H. Huizinga, P. M. Verschuren and E. A. Trautwein. “Modern fat technology: what is the potential for heart health?” Proceedings of the Nutrition Society 64, 379–386. 2005