Esta es la mejor manera de disfrutar de una copa de vino y de apreciar todos sus matices… En la fotografía de la izquierda, un rincón de nuestra bodega, en la casa de la sierra.
1. Míralo bien
El objetivo es que compruebes el color y el brillo que tiene, para ello debes inclinar la copa sobre un fondo blanco (ya sea del plato o del mantel). Si su color es luminoso y brillante indica que se trata de un vino joven.
- Tonalidades de un vino joven a un vino… con cierta edad:
- Blancos: amarillo pajizo, verdoso… oro.
- Rosado: rosa pálido, fresa… asalmonado.
- Tintos: rubí, guinda… granate, teja.
2. Aprecia su aroma
Toma la copa por la base y balancéalo, puedes hacerlo con la copa en el aire o sobre la mesa, de ese modo logramos liberar mejor los aromas.
- Los afrutados y florales son característicos de vinos jóvenes.
- Los especiados (canela, clavo…), balsámicos (menta, pino…) y los aromas a maderas, son indicadores de vinos envejecidos.
3. Disfruta su sabor
Un pequeño sorbo es suficinete para disfrutar los diferentes sabores del vino.
- El sabor dulce se aprecia en la punta de la lengua
- El sabor ácido en los laterales y en la base
- El sabor salado en los bordes
- El sabor amargo en la zona central
- Términos utilizados para expresar las sensaciones del vino en la boca:
- Afrutado
- Aterciopelado
- Cálido
- Astringente
- Ligero
- Con cuerpo
- Fresco
- Persistente
- Corto
- Seco…