«Desayuna y aprueba… prueba a desayunar»


Los expertos de nutrición no paran de repetir la importancia de un buen desayuno en una dieta sana. En el caso de nuestros escolares ocurre lo mismo, cuando desayunan bien y de forma equilibrada tienen un mejor rendimiento escolar y físico. Por ello, ahora que estamos ya en los últimos días del curso escolar se ha puesto en marcha la campaña «Desayuna y aprueba… prueba a desayunar» para que nuestros hijos finalicen el curso con mejores resultados y la energía que necesitan a diario.

Las actividades de concienciación en los colegios comenzaron en el mes de mayo y se desarrollarán hasta el final del curso escolar (hasta finales de junio). El objetivo de la Campaña es concienciar a los padres y alumnos sobre la importancia de acudir al colegio después de tomar un buen desayuno y, de esta forma, conseguir un mejor rendimiento escolar. Un hábito que no es sólo para que mantengan en el mes de junio, deben tenerlo en cuenta toda la vida. ¿Sabías que sólo el 7,5 por ciento de los niños españoles toman un desayuno variado, equilibrado y suficiente? El que entendemos como un desayuno completo debería estar compuesto por lácteos (leche, yogur o queso), hidratos de carbono (cereales, pan, etc.), fruta o zumo y un aporte de grasa (margarina o aceite de oliva). ¿Tus hijos hacen un desayuno así a diario? Más de 55.000 niños de entre 3 y 12 años, 1.775 profesores y 67 colegios españoles participan en esta Campaña.

Educar a hijos… y también a los padres

Bajo el lema «Desayuna y aprueba… prueba a desayunar» se inicia en 67 colegios de toda España una campaña educativa con el objetivo de promover la importancia de un desayuno equilibrado para mantener un apropiado rendimiento físico e intelectual durante las 8 horas escolares. La campaña cuenta con el apoyo de 1775 profesores de Educación Infantil y Primaria, y está dirigida a 55.000 niños de entre 3-12 años.

Existen numerosos estudios científicos que demuestran la gran importancia del desayuno para mantener una alimentación sana y equilibrada. Por este motivo, es importante desarrollar campañas y programas de concienciación social como esta,para intentar educar a padres e hijos sobre la forma correcta de desayunar.

«Desayuna y aprueba…. prueba a desayunar» busca profundizar en los hábitos alimenticios matinales de los escolares para saber en qué aspectos de la nutrición deben estas campañas hacer un mayor esfuerzo.

Y desayunar bien… en verano


Las actividades de concienciación en los colegios han comenzado en el mes de mayo y se desarrollarán hasta el final del curso escolar. Esto es así, ya que el verano es la estación del año en la que los padres, gracias a las vacaciones tanto de sus hijos como las suyas propias, tienen más tiempo para estar con ellos y modificar las conductas familiares poco saludables. La Campaña quiere formar a profesores, padres y alumnos, sobre los hábitos correctos en el desayuno durante los meses previos al verano, para que la familia pueda poner en práctica y mecanizar los conocimientos aprendidos durante sus vacaciones.

Para conseguir los objetivos de “Desayuna y aprueba… prueba a desayunar” se han elaborado diferentes materiales didácticos para enseñar a padres, profesores y alumnos cómo hay que realizar la primera comida del día, además de ofrecer ideas para tomar un desayuno variado, entretenido y nutritivo. Para ello, los niños se llevan a casa un libro formado por 12 “divermenús” de alrededor de 500 Kcal cada uno, con las mejores ideas para hacer del desayuno una práctica habitual y de lo más divertida. También se entregan distintos cuestionarios dirigidos a los alumnos (adaptados según las edades: de 3 a 6 años, de 6 a 10 años y de 10 a 12 años) y a los profesores. Con ellos, se puede valorar la situación actual de los hábitos alimenticios de los niños y los adultos al igual que la información recibida con esta actividad.

Buenos hábitos, buenos consejos

En esta Campaña se han analizado los motivos que llevan a los niños a consumir un desayuno poco apropiado: falta de apetito, aburrimiento, sueño, rutina, etc. y, por ello, se han elaborado materiales con consejos para superar estas barreras. Marta Rufo, pedagoga y profesora de Educación Infantil comenta que es fundamental que los niños desayunen en casa o en la escuela: “se trata de que vayan adquiriendo un hábito igual que la siesta o el momento del aseo. Aquellos niños que no desayunan, fundamentalmente por falta de apetito, se manifiestan en el colegio, más cansados, con sueño y dificultades para mantener la atención. Además, desde que se levantan, algunos de ellos a las 7, hasta que comen a las 12 o 13 los más mayores, pasan muchas horas con un desgaste importante de energía”. Para concluir, Ana Rufo añade que: “Educación Infantil es una etapa preventiva en la que debemos hacer hincapié, padres y educadores, en aspectos tan importantes como los hábitos alimenticios con el fin de anticiparnos a conductas inadecuadas a lo largo del desarrollo evolutivo del niño”.

Desayuno y rendimiento escolar


Varios estudios llevados a cabo en diferentes países ponen de manifiesto que la omisión del desayuno interfiere en la función cognitiva (relativa al conocimiento) empeorando el rendimiento escolar del alumno. Es más, también sugieren que el ayuno afecta física, laboral e intelectualmente a los adultos.

Para la profesora Ana Requejo, Catedrática de Nutrición: “Desde el Grupo de Investigación del Departamento de Nutrición de la Universidad Complutense de Madrid hemos comprobado, a través de diversos estudios, que la calidad del desayuno afecta al nivel de atención del alumno a lo largo de la mañana”.

Por lo general, en un periodo de 24 horas, el espacio de tiempo en el que los niños carecen de un suplemento externo de energía y nutrientes se sitúa entre la cena y el desayuno de la mañana siguiente. Cuando el ayuno se prolonga con la omisión del desayuno, el descenso gradual de los niveles de insulina y glucosa –entre otros cambios metabólicos- puede originar una respuesta de fatiga que interfiera en los diferentes aspectos de la función cognitiva del niño (atención, memoria). Si este ayuno se produce con demasiada frecuencia, los cambios metabólicos anteriormente citados podrían pasar a ser frecuentes, lo que provocaría unos efectos acumulativos adversos en el organismo que pondrían en peligro el progreso escolar del niño.

«Podemos afirmar que la omisión del desayuno puede afectar a los niños en su actividad diaria, mientras que la ingesta de un desayuno con contenido calórico y nutricional adecuado desemboca en un mejor rendimiento escolar en los estudiantes», comenta la profesora Requejo. “Por este motivo, si conseguimos, padres, profesores y especialistas, crear un hábito alimentario en los niños conseguimos beneficiar a nuestros hijos para toda la vida”, continúa la especialista.

Nutrientes beneficiosos para el cerebro

Hace más de cinco años que Unilever y numerosos expertos a nivel mundial estudian los beneficios que el DHA, ALA, EPA y las vitaminas del grupo B aportan al cerebro.

El EPA y el DHA son ácidos grasos polinsaturados de cadena larga perteneciente a la familia de los Omega 3 que se encuentran fundamentalmente en la grasa del pescado azul (caballa, atún, sardinas, salmón) que son necesarios para el cerebro; mientras que el ALA está presente en aceites de semillas como la linaza, la soja y los frutos secos. En cuanto a las vitaminas del grupo B (B1, B6, folatos y B12) son elementos esenciales para la comunicación neuronal y el buen funcionamiento de los neurotransmisores.

Diferentes sociedades científicas nacionales e internacionales consideran que estos nutrientes juegan un papel importante en el buen funcionamiento del cerebro y recomiendan a niños y jóvenes consumir, diariamente, 200 mg de DHA y EPA.

Hay que destacar que tanto los ácidos grasos esenciales como las vitaminas no se producen en el organismo, sino que es necesario aportarlos con los alimentos. La profesora Ana Requejo concluye que «estos micronutrientes beneficiosos para el cerebro deben estar presentes en la alimentación de nuestros hijos para conseguir un estado nutricional bueno y un mejor rendimiento físico e intelectual».