- Los especialistas recomiendan especial precaución con los alimentos elaborados con salsas que contengan huevo.
- Junto a este tipo de alimentos, el marisco o pescado crudo, los helados y el agua constituyen los principales motivos de intoxicaciones alimenticias.
Las intoxicaciones alimenticias son uno de los principales motivos de las gastroenteritis que se registran en los servicios de urgencias durante los meses de verano. Se calcula que las consultas por este tipo de trastornos se cuadruplican durante la temporada estival y que, además de por consumir alimentos en mal estado, en muchas ocasiones se deben a la ingestión de aguas no potables.
La gastroenteritis es una infección y/o inflamación de la mucosa del estómago y el intestino que se produce por la multiplicación de microorganismos con rapidez y que puede estar causada por virus o por alimentos contaminados o medicamentos. Asimismo, también pueden producirse síntoomas de gastroenteritis asociados a la incubación de otras enfermedades que nada tienen que ver con la gastroenteritis, pero que producen un cuadro sintomático similar.
Según explica el doctor José Luis Vázquez Iglesias, presidente de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) y jefe del Servicio Digestivo del Hospital Juan Canalejo de La Coruña, «los síntomas de esta afección suelen ser dolores abdominales, vómitos, náuseas, diarrea y, en ocasiones, fiebre y dolor de cabeza. Cuando esta sintomatología es muy aguda, el paciente tiene que ser internado, pero habitualmente no es necesario».
Los especialistas recomiendan tener especial precaución durante los meses de verano con los alimentos elaborados con salsas que contengan huevo. Este alimento puede contener salmonella y si pasa tiempo desde el momento de la elaboración hasta su consumo, la salmonella puede reproducirse rápidamente. «Esto es lo que ocurre muchas veces en banquetes con motivo de celebraciones en los que participa mucha gente: los alimentos están preparados con tiempo y pueden darse casos de intoxicaciones aparatosas», explica el presidente de la SEPD. Este mismo fenómeno se produce en los pescados y mariscos que se ingieren crudos.
El doctor Vázquer Iglesias señala que, además, hay que tener especial cuidado con los helados que se venden en quioscos ambulantes y que se preparan de forma artesanal, ya que «en ocasiones, no existe una garantía de que estén en buenas condiciones. Muchos de ellos están hechos con leche y este alimento también se estropea más fácilmente en verano».
Por lo tanto, el exceso de gente cominedo fuera de casa, el calor, el peligro con las aguas y también el personal no específicamente entrenado para la hostelería hacen que se multipliquen las condiciones favorables para la aparición de gastroenteritis.
Intoxicaciones por agua
Además de tener cuidado con estos alimentos, no hay que olvidar que buen número de las gastroenteritis en época estival se debe a la ingestión de agua no tratada. «Cuando viajamos -señala este especialista- podemos ir a sitios en los que se bebe agua extraída de pozos o fuentes que no es perjudicial para las personas que lo hacen habitualmente. Sin embargo, nuestro organismo puede reaccionar ante gémenes que se encuentren en esa agua, lo que puede ocasionar diarreas y, en definitiva, una intoxicación».
En este sentido, el doctor Vázquez Iglesias recomienda que el agua, tanto para beber como para lavar hortalizas o alimentos que vayan a ser consumidos sin ser cocinados, sea esterilizada con lejía (una gota de lejía por cada litro de agua, empeando un cuentagotas). «Además de esta opción, también puede esterilizarse el agua hirviéndola», añade el presidente de la SEPD.
Como se ha señalado anteriormente, la mayoría de las personas que padecen gastroenteritis no necesitan ser internadas. Estos cuadros suelen precisar reposo alimenticio y reposición de agua con electrolitos con sueros orales. «En caso de no poder acudir a la farmacia -señala el doctor Vázquez Iglesias- puede recurrirse a beber coca-cola o agua con bicarbonato y sal para recuperar todo lo que se ha perdido con los vómitos y las diarreas». En cualquier caso, es conveniente beber muchos líquidos para evitar la deshidratación.
¿Cómo prevenir las gastroenteritis alimenticias?
- Mantener los alimentos refrigerados en verano y evitar la ingestión de aquellos que hayan permanecido más de un día a temperatura ambiente.
- Precaución ante las comidas elaboradas con salsas que contengan huevo.
- Vigilar el consumo de pescados y mariscos crudos, así como de helados elaborados de forma artesanal.
- Controlar la ingestión de aguas no tratadas, desinfectándolas con lejía (una gota por litro de agua utilizando un cuentagotas) o hirviéndola, tanto para beberla como para lavar alimentos que se vayan a consumir sin cocinar.