El medico interactivo, 11 de Junio de 2007
Un equipo de investigadores de l’IMIM-Hospital del Mar ha llevado a cabo un estudio, denominado Effect of a Traditional Mediterranian Diet on the Lipoprotein Oxidation (efecto de la dieta tradicional mediterránea en la oxidación lipoproteínica), que demuestra por primera vez el efecto antioxidante beneficioso de la dieta mediterránea. Así, los resultados del estudio aportan suficiente evidencia para recomendar a las personas con alto riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares que adopten la dieta mediterránea para prevenir la enfermedad cardíaca coronaria (MCC).
En dicho estudio que ha sido publicado en la revista Achives for International Medicine en su edición de junio- el equipo de investigadores analizó a 372 personas (210 mujeres y 162 hombres) de edades comprendidas entre los 55 y 80 años, con un riesgo elevado de sufrir enfermedades cardiovasculares; es decir, personas que, a pesar de estar asintomáticas en aquel momento, tenían al menos uno de estos factores de riesgo: diabetes, hipertensión, dislipemia, obesidad o historia familiar de enfermedad cardíaca, las cuales aceptaron participar en el estudio PREDIMED (acrónimo de Prevención con Dieta Mediterránea), un estudio comparativo, aleatorizado y controlado, en grupos paralelos, diseñado para detectar diferencias significativas entre los grupos sometidos a estudio.
La principal variable que se consideró en este primer análisis del estudio fue el seguimiento del grado de oxidación in vivo de los lípidos, considerado hoy como un factor muy importante de riesgo para la ateroesclerosis.
Cada uno de los participantes fueron asignados al azar – con independencia de cualquier otra característica que pudiese interferir con los resultados (sexo, edad o condición)- a seguir uno de los tres tipos de dietas previstas en el estudio. Así pues, a 121 personas les correspondió seguir una dieta baja en grasas; 128 siguieron una dieta mediterránea -rica en frutas y verduras, legumbres y pescado- con un suplemento de aceite de oliva; y, finalmente, el tercer grupo siguió una dieta mediterránea enriquecida con nueces. Se realizaron análisis de orina para asegurar que cada una de las personas había cumplido con la dieta que le había correspondido.
Los resultados pusieron de manifiesto que el grado de oxidación de los lípidos quedaba inalterado en las personas que habían ingerido una dieta baja en grasas y, en cambio, había disminuido en aquellas que habían seguido una dieta mediterránea, y además, lo había hecho de una manera significativa en el grupo que había ingerido aceite de oliva como complemento.
Éstos son los primeros resultados que aporta el estudio PREDIMED, un proyecto en el cual participan 9000 personas provenientes de diez centros de Atención Primaria españoles y que tiene como principal objetivo poner de manifiesto el efecto beneficioso de la dieta mediterránea a través del seguimiento, durante cuatro años, de 930 personas en situación de riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca coronaria.
La importancia de este estudio radica en que, a pesar de que a lo largo de los últimos años se ha hablado a menudo del efecto antioxidante de la dieta mediterránea, hasta ahora no se había realizado ningún estudio metodológicamente bien diseñado para ponerlo de manifiesto.
El equipo de investigadores que lo ha llevado a cabo esta compuesto por los doctores Montse Fitó, Rafael de la Torre, Jaume Marrugat, bajo la dirección de la Dra. María Isabel Covas.