EL MEDICO INTERACTIVO, 18 de Abril de 2006
Científicos del Centro de Diabetes Joslin en Boston (Estados Unidos) han descubierto que la distribución de la grasa en el cuerpo humano, está determinada por genes que juegan un papel decisivo en el desarrollo normal del cuerpo humano. Además, estos genes participan en procesos metabólicos y en la aparición de la obesidad.
El estudio asegura que la forma del cuerpo está vinculada con estos genes, y que, estudiándolos, se puede predecir cómo se distribuirá la grasa corporal. «Los genes indican al organismo la situación anatómica de los órganos, por lo que no es extraño que le indiquen también el lugar donde se debe acumular la grasa», aseguró el profesor Ronald Kahn, autor de la investigación, que ha sido publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciencie’s.
La investigación se llevó a cabo conjuntamente con la Universidad Alemana de Leipzig (Alemania), y para ello se emplearon chips como herramienta para descubrir cuáles de ellos intervenían en la acumulación de grasa en el abdomen en lugar de bajo la piel.
El estudio asegura, además, que la acumulación de grasas en el abdomen, que da lugar a un cuerpo cuyo perfil es «con forma de manzana», sufren mayor riesgo de diabetes y síndromes metabólicos que los que acumulan la grasa de forma más uniforme.
Los autores de la investigación compararon la configuración genética y de los órganos internos en más de 200 animales de experimentación y posteriormente en humanos, y concluyeron que hasta 12 genes distintos jugaban un papel esencial en la distribución de la grasa, y que todos ellos intervenían en el normal desarrollo del cuerpo. Al menos tres de ellos participaban en procesos de obesidad.