EL MEDICO INTERACTIVO, 17 de Febrero de 2006
Las dietas bajas en carbohidratos podrían estar asociadas con un incremento de los niveles de colesterol total y del colesterol de baja densidad, según un estudio del Hospital Universitario de Basilea (Suiza) que se publica en la revista Archives of Internal Medicine.
Según los autores, las dietas bajas en carbohidratos y altas en proteínas se han vuelto una alternativa popular a las dietas bajas en grasas y que restringen la cantidad de calorías consumidas. Sin embargo, ya que estas dietas contienen una gran cantidad de proteínas y grasas, los autores tienen dudas sobre cómo afectan estas dietas a los niveles de colesterol y al sistema cardiovascular.
Los científicos analizaron cinco ensayos clínicos anteriores que comparaban las dietas bajas en grasa con aquellas bajas en carbohidratos. En el estudio participaron un total de 447 individuos con una edad media que se encontraba entre los 42 y los 49 años. Según los científicos, después de seis meses aquellos que seguían dietas bajas en carbohidratos fueron más propensos a continuar la dieta y habían perdido más peso que los de las dietas bajas en grasas. Sin embargo, después de doce meses, la presión arterial y pérdida de peso eran las mismas en ambos grupos.
Según los investigadores, después de seis y doce meses, los individuos de la dieta baja en carbohidratos tenían mayores niveles de colesterol total y de lipoproteínas de baja densidad. Sin embargo, también tenían menores niveles de triglicéridos y de mayores niveles de lipoproteínas de alta densidad.
Los autores del análisis señalan que no existen suficientes pruebas para recomendar o desechar la opción de estas dietas bajas en carbohidratos, sobre todo en el caso de una duración superior a los seis meses. Según los investigadores, las diferencias entre ambos tipos de régimen después de doce meses son menores y no existen datos de que la dieta baja en carbohidratos reduzca los episodios cardiovasculares.