E.P., 11 de Noviembre de 2005
La proporción entre la cintura y la cadera, no el índice de masa corporal (IMC), es la mejor medida de la obesidad para evaluar el riesgo de una persona de sufrir un ataque al corazón, según un estudio de la Universidad McMaster de Ontario (Canadá) que se publica en la revista The Lancet.
Los científicos calculan que si la obesidad es redefinida usando la proporción entre la cintura y la cadera en lugar de mediante el IMC, entonces la proporción de personas en riesgo de ataque al corazón aumenta en unas tres veces. Investigaciones previas han demostrado que la obesidad eleva el riesgo de enfermedad cardiaca. Sin embargo, estos estudios se han realizado principalmente en poblaciones de origen europeo y norteamericano. La evidencia en el caso de otras poblaciones es por tanto escaso.
En el estudio actual los científicos querían evaluar si otros indicadores de la obesidad, especialmente la proporción entre cintura y cadera, eran mejores indicadores del riesgo de ataque al corazón que la medida convencional de IMC en diferentes poblaciones étnicas. Los investigadores evaluaron el IMC, la proporción entre cintura y cadera, la medida de la cintura y la cadera en unas 27.000 personas de 52 países. La mitad de los participantes habían tenido previamente un ataque al corazón y la mitad eran controles que no habían padecido la afección.
El equipo se encontró con que el IMC era sólo ligeramente más alto en pacientes de ataque al corazón que en controles, sin diferencia en los pacientes del oriente medio y el sur de Asia. En cambio, los pacientes de ataque al corazón tuvieron una proporción sorprendentemente superior entre cintura y cadera que los controles, independientemente de otros factores de riesgo cardiovasculares.
Los investigadores descubrieron que esta observación era similar en hombres y mujeres, de todas las edades y en todas las regiones de mundo. Los autores afirman que en comparación con el IMC, la proporción entre cintura y cadera es tres veces más fuerte que el IMC para indicar el riesgo de ataque al corazón. El mayor tamaño de la cintura (que refleja la cantidad de grasa abdominal) resultó ser un indicador de riesgo, mientras que el mayor tamaño de la cadera (que podría indicar la cantidad muscular de la parte inferior del cuerpo) resultaba un indicador protector.
Salim Yusuf, autor principal del estudio, concluye que «estos descubrimientos sugieren que es necesaria una reconsideración de la importancia de la obesidad en lo referente a la enfermedad cardiovascular en la mayor parte de las de regiones del mundo».