E. P., 12 de Enero de 2005
El científico español Javier Menéndez, especialista en Bioquímica y Biología Molecular del Instituto de Investigación para la Salud de Nortwestern de Chicago (EEUU) ha confirmado a nivel genético los beneficios del aceite de oliva en la prevención y tratamiento del cáncer de mama.
Las conclusiones del estudio, en el que también ha participado Ramón Colomer, director de la División de Medicina Oncológica del Instituto Catalán de Oncología, se publican en el último número de la revista ‘Annals of Oncology’.
Los científicos españoles han demostrado en distintos experimentos de laboratorio sobre líneas celulares de cáncer de mama que el ácido oleico, principal componente del aceite de oliva, reduce fuertemente los niveles de un oncogen llamado Her-2/neu. Altos niveles de Her-2/neu (también conocido como erb B-2) se encuentran en aproximadamente un 20-30% de las pacientes de cáncer de mama y están asociados con tumores altamente agresivos que tienen un pobre pronóstico.
Colomer señaló que es la primera vez que se asocia un componente de la dieta, el ácido oleico (principal componente del aceite de oliva) con una reducción de los niveles de un oncogen gracias a estudios de biología molecular. Además, según Colomer, el ácido oleico no sólo suprime la sobreproducción del gen, sino que también duplica la eficacia del antitumoral trastuzumab, el tratamiento de anticuerpos que se dirige al gen Her-2/neu y que ha ayudado a prolongar la vida de muchas pacientes de cáncer de mama.
Por su parte, Javier Menéndez, manifestó que la dieta de ácidos grasos monoinsaturados, sobre la que ya se había sugerido que protegía frente al cáncer de mama, reduce significativamente la presencia del oncogen Her-2/neu, reduciéndolo hasta un 46%. Junto con el efecto sensibilizador del ácido oleico en la eficacia del trastuzumab, los científicos descubrieron un incremento de la presencia de la p27Kip1, una proteína supresora tumoral que está implicada en el desarrollo de la resistencia al tratamiento con trastuzumab.
Prevención y nuevas investigaciones
Javier Menéndez explicó que se han descubierto altos niveles del Her-2/neu en lesiones incipientes de tejido mamario en las que se han observado importantes riesgos de desarrollo de cáncer. Por ello, la habilidad del ácido oleico de suprimir la expresión de Her-2/neu podría reducir igualmente el riesgo de aparición y la progresión maligna en el cáncer de mama.
Para Menéndez, sus descubrimientos no sólo ayudan a comprender el mecanismo molecular por el que la dieta de ácidos grasos regula el comportamiento maligno de las células del cáncer de mama, sino que también sugiere que las intervenciones dietéticas basadas en ácido oleico podrían retrasar o prevenir de la resistencia al trastuzumab en las pacientes de cáncer de mama con el oncogen Her-2/neu.
Los expertos están ahora buscando identificar el mecanismo molecular por el que los suplementos de ácido oleico inhiben la expresión de Her-2/neu, cuya acción bloqueadora parece funcionar de forma distinta que en el trastuzumab.
Según los investigadores, mientras es importante ser caautelosos sobre las implicciones del estudio, ya que no siempre los resultados de laboratorio se trasladan a la práctica, sus descubrimientos presentan el concepto de que un alto nivel de ácido oleico en el tejido mamario proporcionaría una eficaz manera de influir en los resultados de cáncer de mama en pacientes que portan altos niveles del gen dañino.
A juicio de los científicos, los resultados de su estudio también podrían ayudar en el diseño futuro de estudios epidemiológicos y traducirse, a la larga, en consejos dietéticos para retrasar o prevenir el desarrollo de resistencia farmacológica en pacientes que toman trastuzumab.
Vuelta a España
Aunque la investigación con ácido oleico y su relación con el cáncer comenzó en España en el año 1996, los resultados más brillantes, según Ramón Colomer se han conseguido en las instalaciones estadounidenses en las que en la actualidad desarrolla su labor científica Javier Menéndez.
Según Ramón Colomer, el Gobierno español debería potenciar la vuelta al país de líneas de investigación como ésta, que podrían ser también beneficiosas para la industria aceitera española, la primera en producción de aceite de oliva a nivel mundial.
La investigación sobre el ácido oleico y sus efectos en el tratamiento del cáncer de mama comenzó en 1996 como parte de un programa especial del Ministerio de Ciencia y Tecnología que impulsó la investigación sobre los efectos beneficiosos del aceite de oliva sobre la salud. Los resultados actuales son fruto de la continuidad del trabajo de Javier Menéndez y su equipo al trasladar el científico español su carrera profesional a los Estados Unidos.