E.P. 3 de Febrero de 2004
La dieta de la madre puede afectar a la longevidad de su descendencia. Al menos así se ha comprobado en estudios con animales de experimentación, investigadores de Addenbrookes Hospital, University of Cambridge (Reino Unido), que ahora publican sus conclusiones en la última edición de la revista Nature.
El hallazgo puede tener implicaciones para las madres embarazadas que alimenten a sus hijos con leche materna. Cuando los animales de laboratorio son alimentados con una dieta normal con un 20 por ciento de proteínas en el embarazo y la lactancia, los recién nacidos viven alrededor de dos años. Sin embargo, los descendientes de ratones que durante el embarazo y la lactancia son alimentados con una dieta baja en proteínas viven dos meses más de media.
Los hijos de madres a quienes se administraron dietas bajas en proteínas en el embarazo, pero dietas normales después del parto, murieron alrededor de unos seis meses antes que los controles. Este efecto se exacerbaba cuando los recién nacidos eran alimentados después con una dieta alta en azúcar.
Las conclusiones de este nuevo estudio pueden tener relevancia para el crecimiento y la nutrición humana. «En los dos extremos, el peor de los casos (alimentación en el embarazo y lactancia alta en proteínas más alimentación de los recién nacidos alta en azúcares) y el mejor de los casos (alimentación en el embarazo y lactancia baja en proteínas), la diferencia en la duración de la vida aumentaba en más de un 50 por ciento», indican los investigadores.