Nutriguia, 14 de Marzo de 2003
El estado nutricional de los niños, al igual que ocurre en el caso de los adultos, resulta fundamental como indicador de su estado de bienestar. Su estado nutricional no sólo repercute sobre su calidad de vida y sobre su desarrollo y crecimiento, sino que, en periodos de enfermedad y otras situaciones especiales en su vida, dicho estado nutricional puede asimismo tener consecuencias directas y condicionar la evolución de su enfermedad.
En este sentido, se sabe que el 20% de los niños que son hospitalizados presentan malnutrición al ingreso y que en patología quirúrgica estos estados nutricionales deficientes afectan al 17% de los niños hospitalizados. Estas son algunas de las conclusiones que se han puesto de manifiesto durante la mesa redonda «La nutrición clínica en la edad pediátrica», en el marco del IV Congreso de la Sociedad Española de Nutrición Básica y Aplicada.
Para el doctor Manuel Pérez, Jefe Clínico y Jefe de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital Infantil Virgen del Rocío de Sevilla, «la cualidad biológica más importante del niño sano es su crecimiento y, cuando este niño está enfermo, tiene un alto riesgo de malnutrirse y posteriormente afectar a su crecimiento y desarrollo». Esto se debe, explica el doctor Pérez, a diversos factores que desencadenan dichos estados nutricionales deficientes: inapetencia, vómitos, dificultad para absorber todos los nutrientes necesarios o presencia de hipermetabolismo.
En esta línea, el doctor Pérez explica que «es que es prioritario hacer un diagnóstico nutricional de todo niño que ingrese en el hospital y se le dé el soporte nutricional más adecuado para que, durante su estancia, recupere su estado nutricional. Muchas veces sucede que el niño se desnutre por una valoración inadecuada. Todo niño, tenga el diagnóstico que tenga ha de tener el soporte nutricional adecuado».
Valoración nutricional correcta
Ante esta situación, los expertos abogan por efectuar valoraciones nutricionales tempranas al ingreso de dichos niños en las diferentes unidades pediátricas a fin de discernir si es necesario que estos pacientes dispongan de un soporte nutricional adecuado y decidir sobre cuál ha de ser dicho soporte.
Al mismo tiempo, dichos especialistas defienden un seguimiento continuo y exhaustivo del estado nutricional de estos pacientes junto con la formación de Unidades de Nutrición Infantil Pediátrica capaces de integrar un enfoque global de la enfermedad de estos niños al tiempo que hace un diagnóstico certero y exhaustivo de su estado nutricional.