CNN en español, 15 de enero 2003
Una manipulación genética que creó lombrices delgadas podría ayudar a los científicos a desarrollar nuevos tratamientos contra la obesidad.
El biólogo de Harvard, Gary Ruvkun, utilizó una nueva técnica para identificar aproximadamente 400 genes en el código genético de la lombriz vinculados a la producción y almacenamiento de grasas.
Su equipo desactivó, o «apagó», unos 300 de los genes en experimentos y «las lombrices están delgadas y felices», dijo Ruvkun. Cuando eliminaron la actividad de los otros 100 genes, las lombrices engordaron.
Los detalles de los experimentos con las lombrices y la nueva técnica genética aparecen publicados en la edición de la revista Nature.
«Si alguien me hubiera dicho que estaríamos utilizando esta técnica inclusive hace tres años, yo habría pensado que era una locura, y que ni siquiera había que pensar en ello», bromeó Ruvkun.
Con frecuencia, los científicos realizan experimentos básicos con lombrices — conocidas por su nombre científico de C. elegans– porque son baratas y sencillas. Caben 100.000 en un recipiente de laboratorio, y se reproducen en cuatro días.
Sin embargo, los humanos comparten aproximadamente la mitad de los 19.000 genes de la lombriz, incluyendo 200 de los que almacenan la grasa. Aún no está claro si la misma técnica de desactivación genética funcionará en los seres humanos, pero se podrían desarrollar medicinas contra la obesidad en base a la comprensión básica de los genes, explicó Ruvkun.
Otros biólogos advirtieron que las compañías farmacéuticas requerirían al menos una década para desarrollar una terapia genética segura para la obesidad.
«Los estudios con lombrices permitirán identificar un mayor número de genes mucho más rápido. También agilizarán el proceso de dilucidar la forma en que funcionan», dijo Leon Avery del Centro Médico del Suroeste de la Universidad de Texas en Dallas, que está realizando sus propios experimentos del gen de la grasa con lombrices. «Para las compañías farmacéuticas, esto significa una lista mucho más larga de ‘objetivos’ para los cuales pueden encontrar medicinas».
Ruvkun utilizó un nuevo método de identificación genética desarrollado en el Instituto Británico Wellcome Trust de Investigación Contra el Cáncer, en Inglaterra.
Los científicos estudian un gen desactivándolo y examinando el organismo en ausencia del gen. Pero no siempre es fácil crear esa versión de un organismo; los especialistas han necesitado hasta seis semanas para crear una lombriz con genes desactivados.
En el nuevo método, los investigadores británicos agregaron material genético de una lombriz a una bacteria. Cuando alimentaron a las lombrices con las bacterias desarrolladas por ingeniería genética, sus sistemas inmunológicos reconocieron como extraño el material genético que las bacterias llevaban y destruyeron esa secuencia en sus propios códigos genéticos. Al hacer eso, las lombrices se convirtieron rápidamente en versiones desactivadas.