CNN, 29 de noviembre, 2002
Científicos estadounidenses podrían tener la clave de por qué comer menos puede prolongar la vida.
Un informe publicado el viernes en la revista Science, indica que estudios con levadura, ratones y otros organismos revelaron que reducir drásticamente las calorías extiende las expectativas de vida.
Los investigadores intentan ahora determinar el mecanismo detrás del fenómeno con el objeto de desarrollar medicamentos que prolonguen la vida sin que haya que reducir la ingesta.
Los estudios con moscas de la fruta, que posee muchos genes similares a los mamíferos, revelaron que una enzima llamada deacetilasa histona Rpd3 es posiblemente una de las claves de la longevidad.
«Si se disminuye la concentración de la enzima sin que haya que comer menos, se puede extender la esperanza de vida», dijo Stewart Frankel, científico de la Universidad de Yale, quien encabezó el estudio junto a los investigadores Blanka Rogina y Stephen Helfand, de la Universidad de Connecticut.
Durante el estudio, las moscas con mutaciones genéticas que presentaban una menor concentración de la enzima vivieron un 33 a 50 por ciento más de lo normal. Una dieta baja en calorías contribuyó a extender la expectativa de vida en un 41 por ciento.
Las conclusiones indican que la enzima podría ser un blanco atractivo para el desarrollo de fármacos, señaló Frankel, pero advirtió que aún se necesita investigar más y probablemente pasarán años antes de que se logre un medicamento que alargue la vida.
Frankel señaló que se estima que la droga fenilbutirato opera sobre la enzima Rpd3. Un estudio publicado a comienzos de este año demostró que moscas de la fruta expuestas al fármaco vivieron más tiempo.
Pero incluso aunque se esté lejos de un fármaco para prolongar la vida, estudios previos con ratones revelaron que reducir la ingesta de calorías entre un 20 y un 40 por ciento, puede tener otros beneficios.
«En el estudio, la memoria de los animales mejoró, el tono muscular fue mejor, los animales resultaron menos propensos al cáncer y experimentaron menos trastornos cardíacos», dijo Frankel. «Incluso se demoró la aparición de canas», añadió.