- Un seguimiento de 550 individuos durante 30 años confirma que la ingesta de 4 pintas de cerveza o 5 vasos de vino de 175 ml a la semana afecta negativamente a la estructura y función cerebrales
Un estudio publicado en The British Medical Journal demuestra que la ingesta moderada de alcohol afecta negativamente al cerebro, tanto a la estructura como a la función cerebral. Los autores, pertenecientes a la Universidad de Oxford, Reino Unido, llegaron a esta conclusión tras realizar un seguimiento durante 30 años a un grupo de 550 individuos que participaban en un ensayo clínico previo sobre la relación entre el estatus socioeconómico y la salud cardiovascular.
JANO.es, junio 2017
Entre otras pruebas, estos hombres y mujeres, cuya edad media rondaba los 43 años, se sometieron periódicamente a varios tests de medición de su función cerebral y a una resonancia magnética. Tras tener en cuenta distintos factores que podrían haber afectado a los resultados, como la edad, la actividad física o el historial médico, los científicos comprobaron que un consumo elevado de alcohol durante décadas se asociaba con un mayor riesgo de atrofia en el hipocampo, un daño cerebral que se asocia con déficits de memoria y de las capacidades de navegación espacial.
Pero, además, los investigadores también observaron que quienes manifestaban un consumo moderado de alcohol tenían hasta 3 veces más posibilidades de sufrir esa alteración cerebral si se comparaban con los individuos abstemios. También se daba en estos consumidores un declive más rápido de la fluidez en el léxico, si bien quienes veían más afectadas sus funciones cerebrales eran los consumidores continuados de un volumen elevado de alcohol.En su trabajo, los científicos no hallaron pruebas de ningún papel protector ligado a un consumo leve de alcohol, una hipótesis de la que partían.
Aunque en sus conclusiones remarcan que se trata de un estudio observacional que no permite sacar conclusiones definitivas, sí indican que el trabajo es lo suficientemente sólido para que el consumo de alcohol se aborde como un importante problema de salud pública cuyo impacto no debe menospreciarse. «Con la publicación de este estudio, la justificación de un consumo moderado en lo que respecta a la salud cerebral se vuelve complicada», coinciden los autores de un editorial que acompaña al trabajo en la revista médica.
Fuente: The British Medical Journal -2017-; doi:10.1136/bmj.j2353