En verano la incontinencia urinaria es más incómoda

Viajes, más horas fuera de casa… todo es más molesto

  • Nuevos dispositivos y materiales facilitan la cirugía mínimamente invasiva del suelo pélvico
  • La intervención para corregir el descolgamiento de esta zona no tiene edad; recientemente, el doctor Ruiz de Burgos ha operado con éxito a cinco pacientes de entre 70 y 89 años

Madrid, 21 de julio de 2011.- Las novedades introducidas en los dispositivos y materiales necesarios para la cirugía contra el prolapso de suelo pélvico hacen que estas intervenciones, que se realizan mediante técnicas mínimamente invasivas, sean actualmente aptas para cualquier edad. Así lo explica el urólogo del Hospital USP San Camilo Juan Evangelista Ruiz de Burgos, que recientemente ha intervenido con éxito a cinco pacientes mayores de 70 años, teniendo la mayor de ellos 89 años.

El suelo pelviano es un conjunto de músculos, ligamentos, tejido conectivo y nervios que permiten el soporte y control del útero, la vagina, la vejiga urinaria, la uretra y el recto. Dar a luz, sobre todo si se trata de niños de un peso elevado o los partos múltiples, la menopausia, el estreñimiento crónico, determinados trabajos y enfermedades, además de factores genéticos, son factores que facilitan el debilitamiento del suelo pélvico hasta llegar a provocar el denominado prolapso pélvico, un descenso o descolgamiento aislado o en conjunto del recto, vejiga y/o útero por debajo de su posición normal, presionando sobre las paredes de la vagina hasta llegar a provocar un abultamiento que en la mujer se nota incluso de manera externa.

Problemas del prolapso de suelo pelviano

Los trastornos del suelo pélvico predisponen a las mujeres a una serie de síntomas que comportan una pérdida en la calidad de vida, como:

  • la pérdida involuntaria de orina
  • alteraciones en la dinámica de la micción, con escaso volumen o muy frecuentes
  • infecciones de orina
  • la pérdida del control de la retención de heces
  • el escape de gases
  • dolores pelvianos
  • dificultades en las relaciones sexuales, etc.

La Incontinencia Urinaria, un problema añadido en verano

Concretamente, en época estival vamos a hablar de la Incontinencia Urinaria (IU), un problema que afecta más si cabe a las mujeres en esta época del año al estar más horas fuera de casa, al viajar más y al estar en situaciones nada cómodas para este problema como pueden ser las inmersiones acuáticas en verano.

La incontinencia urinaria se define como la pérdida involuntaria de orina sin control del llenado y vaciado de la vejiga urinaria, existiendo a veces un fuerte deseo de orinar.

Los tipos más frecuentes son:

  • Incontinencia urinaria de esfuerzo (IUE): incapacidad de mantener la orina; coincide con un aumento de la presión abdominal desencadenada por la actividad física o un esfuerzo (saltar, toser, reír, estornudar, levantar pesos…).
  • Incontinencia urinaria de urgencia (IUU) o vejiga hiperactiva: es la perdida involuntaria de orina asociada a un deseo urgente de orinar y que no se puede controlar.
  • Incontinencia urinaria mixta (IUM): cuando se asocian síntomas de incontinencia urinaria de esfuerzo (IUE) y también síntomas de vejiga hiperactiva.

Es importante el diagnóstico médico para distinguir entre incontinencia urinaria de esfuerzo e incontinencia urinaria de urgencia, ya que el tratamiento a seguir es diferente en cada caso.

Tratamientos

Los tratamientos ante la IU son diversos. Aunque en algunos casos evidentes la opción de tratamiento es quirúrgica, el doctor Ruiz de Burgos, como suele ser habitual, aboga primero por intentar los conservadores. En el caso de que estos no funcionen bien puede ser necesario pasar por quirófano. “Para realizar o iniciar cualquier tratamiento, lo principal y más importante es contar con un diagnóstico exacto y preciso del problema, algo que a veces no es tan sencillo. Se aconseja para ello estudios urodinámicos, radiográficos de la vegiga y endoscópicos de la misma”, señala.

  • Tratamientos conservadores: ejercicios del suelo pélvico para fortalecer sus músculos y evitar el prolapso antes de que se produzca (ejercicios de Kegel); fisioterapia para aplicar técnicas especiales con el objetivo de estimular y fortalecer los músculos de la zona; técnicas de electroestimulación (conos vaginales, bolas chinas, etc.). Es conveniente siempre que estos sean indicados y controlados por unidades o profesionales especializados.
  • Cirugía mínimamente invasiva: dura entre 30 y 60 minutos. Consiste en reconstruir y fortalecer los músculos y membranas debilitados del suelo pélvico, utilizando para ello dispositivos de soporte con mallas de material biocompatible y que hoy han sido ingeniosamente diseñadas para una fácil colocación y tolerancia para el paciente. La operación, tratándose de una cirugía mínimamente invasiva, no suele tener complicaciones y el alta hospitalaria varía según la severidad del prolapso y su posible asociación con incontinencia de 24 a 72 horas.

En los casos de incontinencia urinaria puramente esfinteriana, existe la posibilidad de tratamiento como cirugía mayor ambulatoria, siendo dada la paciente de alta en el mismo día.
Normalmente la anestesia de elección para todas estas operaciones suele ser epidural.

Las vías de abordaje quirúrgico son:

  • Vaginal: Es la vía que permite el tratamiento mínimamente invasivo. Por ella se puede solucionar casi siempre cualquier problema de prolapso y también es la vía utilizada en la mayoría de los casos en los que se ponen mallas o dispositivos anti-incontinencia.
  • Abdominal: Este abordaje puede ser en determinados casos una vía de elección sobre todo con técnica laparoscopica, obteniéndose también muy buenos resultados. Dependerá del tipo de paciente, tolerancia a biomateriales y opción del cirujano.

Pies de foto

1. Radiografía. Vejiga de una mujer.

2. Dr. Juan Evangelista Ruiz de Burgos, urólogo del Hospital USP San Camilo.

Sobre USP Hospitales

Fundado en 1998 y con sede en Madrid, USP Hospitales (www.usphospitales.com) es el primer grupo hospitalario privado en el mercado español. En la actualidad, USP Hospitales cuenta con una red de 12 hospitales y 23 centros sanitarios en los que prestan asistencia 4.000 médicos que atienden anualmente a más de dos millones de pacientes. Además, a comienzos de 2012 está previsto que entre en funcionamiento un nuevo Hospital USP La Bahía en El Campo de Gibraltar.