Medio millón de españoles padecen hiperhidrosis y unos 350.000 ven afectadas sus relaciones sociales

  • USP San Camilo estrena Unidad de Hiperhidrosis

Madrid, junio de 2011.- Aproximadamente medio millón de españoles padecen hiperhidrosis, una enfermedad que consiste en la producción excesiva de sudor, y de éstos unos 350.000 ven afectadas sus relaciones sociales, según los datos de la doctora Olga Rodríguez, cirujano torácico de USP San Camilo y jefa de la recién estrenada Unidad de Hiperhidrosis del centro hospitalario.

Según la doctora Rodríguez, además directora médico de USP San Camilo, las personas afectadas no recurren a la consulta del médico por pudor, mientras que se agrava el impacto de la enfermedad en la calidad de vida: disminución de las actividades diarias y limitación en el desempeño laboral, menor relación con otras personas, disminución de la autoestima, episodios depresivos ….

¿Qué es la hiperhidrosis?

La hiperhidrosis es una producción excesiva de sudor, que se manifiesta con mayor frecuencia a nivel de las axilas, palmas de las manos, plantas de los pies y cara.

¿Por qué se produce?

Aunque la causa de la hiperhidrosis no está del todo clara, se sabe que se debe en parte a una sobre estimulación del sistema nervioso autónomo, en concreto del nervio simpático, cuyas fibras discurren a ambos lados de la columna vertebral. De esta manera, se produce una secreción de sudor mayor a la necesaria para regular la temperatura corporal.

¿A quién afecta?

La hiperhidrosis se presenta en un 1% de la población, afectando por igual a hombres y a mujeres. Suele comenzar durante la adolescencia, y hasta en un 40% de los casos se presenta en más de un miembro de la misma familia.

¿Qué consecuencias tiene?

Las personas que sufren hiperhidrosis generalmente presentan alteraciones de su vida social y laboral, llegando en algunos casos a repercutir de manera muy importante en su calidad de vida y pudiendo desencadenar situaciones de estrés emocional e incluso diferentes grados de fobia social. De igual forma, determinadas profesiones se ven especialmente alteradas por esta patología.

Tratamientos

No importa si su origen es infeccioso, endocrino o neurológico, o causado por el estrés o la ansiedad. La hiperhidrosis es controlable siempre y cuando sea un médico certificado el que indique el tratamiento adecuado.

“La mayoría de las veces los pacientes han probado multitud de tratamientos, tales como desodorantes, antitranspirantes, sales de aluminio, iontoforesis… Además, cada vez con más frecuencia, se recurre a la toxina botulínica, sabiendo que este tipo de tratamiento tiene efecto temporal y que el único realmente efectivo y duradero a largo plazo es el quirúrgico”, señala la experta.

“De la gran variedad de tratamientos y de los diversos especialistas que han de decidir los mismos surge la nueva Unidad de Hiperhidrosis de USP San Camilo, integrada por un equipo multidisciplinar con diversos especialistas (dermatólogos, nutricionistas, endocrinos, psicólogos, psiquiatras, cirujanos, etc.) preparados para garantizar la atención de las necesidades relacionadas con esta patología”, relata la directora médico y jefe de la Unidad.

¿En qué consiste el tratamiento quirúrgico?

La solución definitiva pasa únicamente, pues, por la cirugía. Así, según la jefa de la nueva Unidad de Hiperhidrosis, el 80% de los pacientes intervenidos quirúrgicamente presentan resolución de la hiperhidrosis, y un 15% refieren mejoría de los síntomas.

La técnica consiste en interrumpir las fibras nerviosas del nervio simpático mediante simpaticolisis o simpaticotomía (las fibras nerviosas se cortan) o mediante ‘clipping’ (colocación de un clip metálico sobre las fibras nerviosas).

La intervención se lleva a cabo bajo anestesia general, mediante toracoscopia, con una o dos incisiones de 1 a 2 cm. a nivel axilar, a través de las cuales se introducen en la cavidad torácica una cámara y el material necesario para realizar la técnica.

El procedimiento se lleva a cabo de forma secuencial en ambos lados del cuerpo, derecho e izquierdo. Generalmente, el paciente sale de quirófano sin drenajes y el tiempo de ingreso hospitalario suele ser de 24 horas.