Casi uno de cada cuatro casos de cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas está relacionado con el sobrepeso

 19 de octubre, Día Mundial del Cáncer de Mama

  • En los últimos años, numerosos estudios han demostrado que el control del peso y la práctica regular de ejercicio físico pueden reducir el riesgo de desarrollar un cáncer de mama
  • Pese a los grandes avances en supervivencia en cáncer de mama de los últimos años, todavía existe un grupo de pacientes, las triples negativo, con importantes necesidades terapéuticas no cubiertas

Casi un 25% de los casos de cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas podría evitarse con una dieta adecuada y la práctica de ejercicio físico de manera regular. Así lo aseguran multitud de estudios publicados en los últimos años que, como señala la doctora Natalia Carballo, jefa del Servicio de Oncología Radioterápica de MD Anderson Cancer Center Madrid, “recomiendan el control del peso a partir de la reducción del consumo de grasas saturadas y alcohol y el aumento de la ingesta de frutas y verduras, unido a la práctica de ejercicio físico entre 30 y 60 minutos al día”. Unas recomendaciones muy necesarias que la doctora Carballo recuerda con motivo del Día Mundial del Cáncer de Mama, que se celebra cada 19 de octubre. Esta fecha recuerda que, todavía hoy, el cáncer de mama, con más de 27.500 casos nuevos al año en nuestro país, lidera el ránking de tumores por incidencia entre la población femenina.

Madrid, octubre de 2017

“Cambiar nuestros hábitos de vida no significa necesariamente que no vayamos a desarrollar un cáncer de mama a lo largo de nuestra vida, pero sí puede ayudarnos a reducir el riesgo de padecerlo”, enfatiza esta especialista en Oncología Radioterápica. De hecho, apunta esta experta, existen estudios que demuestran que la práctica de ejercicio físico de manera regular puede reducir el riesgo de cáncer de mama hasta en un 20%, comparado con mujeres que llevan un estilo de vida más sedentario.

Además, algunos estudios prospectivos han encontrado una correlación significativa entre el índice de masa corporal (IMC) y el riesgo no solo de padecer cáncer de mama por primera vez, sino también con el riesgo de recaer por segunda o tercera vez en la enfermedad, lo que significa que este cambio de hábitos de vida no debería restringirse a sujetos sanos, sino que debería extenderse también a las pacientes que ya han desarrollado un cáncer de mama.

Sobre el alcohol, aunque hay menos evidencias científicas que con la práctica de ejercicio físico y el control de la dieta, también existen estudios que desaconsejan el consumo de más de dos bebidas alcohólicas al día (licores destilados, combinados con cerveza y/o vino) por su relación con el cáncer de mama con receptores de estrógeno positivos en mujeres posmenopáusicas.

El reto en cáncer de mama triple negativo

Pese a los increíbles avances en supervivencia obtenidos en los últimos años gracias a la investigación, todavía existe un subgrupo de pacientes con cáncer de mama para las que “todavía no existe un tratamiento adecuado”, subraya la doctora Carballo. Entre un 15 y un 20% de los casos de cáncer de mama diagnosticados en el mundo pertenecen a este subtipo, triple negativo, y sus expectativas de supervivencia a cinco años son mucho menores que las de otros tipos de tumores de mama. Además, la doctora Carballo remarca también que, en su mayoría, es un perfil de paciente joven, lo que hace todavía más necesaria la investigación en este subtipo de cáncer de mama más agresivo.

“Ya sabemos que la detección precoz es fundamental para el tratamiento y la supervivencia de las pacientes, pero ahora queremos aprender a tratar diferentes perfiles biológicos y conocer qué hace que una persona desarrolle un cáncer de mama triple negativo y otra persona uno hormonal”, apunta la doctora Carballo, quien cree que es muy pronto para señalar la inmunoterapia “como un tratamiento validado en este subtipo de cáncer de mama”.

De momento, en MD Anderson Madrid sí existen protocolos con inmunoterapia en fases iniciales (fases I y II) que buscan averiguar qué papel podrían tener estas terapias en un futuro para el tratamiento de estas pacientes que todavía hoy tienen importantes necesidades terapéuticas no cubiertas.