- Una proteína modificada reduce el peso corporal, la insulina y el colesterol en sangre
- En monos obesos reduce el peso corporal un 10% en solo seis semanas
- Los investigadores de Amgen Inc. en San Francisco han publicado sus resultados en la revista Science of Traslational Medicine
Un grupo de científicos de la farmacéutica Amgen ha creado proteínas modificadas que reducen el peso corporal, los valores de insulina en sangre y los niveles de colesterol en ratones, ratas y primates obesos. Los resultados obtenidos podrían sentar las bases para alternativas –urgentemente necesarias, por cierto– a la cirugía bariátrica para el tratamiento de la obesidad en humanos, cuyas tasas casi se han triplicado en todo el mundo desde 1975 y que, según la OMS, en la actualidad afecta a 650 millones de personas en todo el mundo.
Nutriguía, Octubre 2017
Basándose en la observación de que los ratones, las ratas y los humanos obesos tienen elevadas concentraciones séricas de una proteína llamada «GDF15» en comparación con individuos delgados de control, Yumei Xiong y sus colegas se propusieron desarrollar tratamientos derivados de esta molécula. La proteína en realidad es un vieja conocida de la ciencia, y es, de hecho, la proteína que regula el hambre en los seres humanos y muchos otros animales.
En múltiples modelos de ratón de obesidad tanto genética como inducida por la dieta, la administración del gen de la GDF15 redujo el peso corporal, la ingesta de comida y los niveles de insulina sérica de los animales.
Lo que la GDF15 hace es inhibir la sensación de hambre evitando que las terminaciones nerviosas del estómago envíen tantas señales al cerebro y dando a los animales la sensación de tener el estómago lleno. La droga, además, no tiene ningún tipo de efectos secundarios, al menos en los modelos animales estudiados.
«La obesidad es un problema que se ha triplicado desde 1975 y estuvo relacionada con la muerte de al menos 2,8 millones de personas en todo el mundo el año pasado
Dado que la GDF15 tiene una semivida corta en plasma y es difícil de producir en cantidades sustanciales, los científicos generaron dos proteínas de fusión diferentes, más estables en la circulación y que produjeron mejores resultados; ambas disminuyeron de forma eficaz el peso corporal de ratones y macacos cangrejeros obesos.
Curiosamente, Xiong et al. también demostraron que el régimen de GDF15 alteraba las preferencias de alimentación en los ratones, de modo que los animales optaban por comer alimentos menos calóricos cuando se les daba a elegir entre el alimento estándar y una dieta a base de leche condensada rica en calorías; por el contrario, los ratones sin tratar se atiborraban de alimentos altos en calorías.
Los autores determinaron que la GDF15 activó una población de neuronas llamadas «neuronas con potencial de acción» que forman parte de una porción del eje intestino-cerebro, pero señalan que es necesario realizar más estudios para identificar el receptor celular de la proteína antes de que los eventuales tratamientos lleguen a la consulta médica.
Esta proteína se une a otras ya identificadas, como la proteína MKK6, identificada recientemente por un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC), como posibles tratamientos futuros de este gigantesco problema epidémico.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera a la obesidad como un problema que se ha triplicado desde 1975 y estuvo relacionada con la muerte de al menos 2,8 millones de personas en el mundo el año pasado.