Los estudios realizados hasta el momento con estas moléculas en animales han demostrado que mejoran el estado cognitivo, por lo que, en breve, un equipo de especialistas cántabros, coordinado por el investigador Dámaso Crespo, iniciará el estudio en humanos para comprobar si dichos compuestos ofrecen resultados favorables. El estudio es de gran importancia dado que el incremento de la población anciana tiene su paralelo en las patologías asociadas al aumento de la longevidad y en la aparición de las enfermedades degenerativas
Medicosypacientes.com, 14 de septiembre 2010
En su último número, la revista del Colegio de Médicos de Cantabria, dedica un amplio reportaje al equipo de trabajo coordinado por el profesor de Biogerontología de la Universidad de Cantabria, Dámaso Crespo, el cual ha obtenido el premio nacional que la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología otorga cada año a un trabajo de investigación.
El citado estudio muestra que el aporte específico de diversas moléculas con distintos nutrientes (vitaminas, lípidos y ácidos grasos, entre otros elementos) no sólo mejora el estado de la memoria asociado al envejecimiento, sino que puede prevenir el deterioro cognitivo en los estadios iniciales del alzheimer.
Este trabajo ha sido realizado por un equipo formado por médicos geriatras, expertos en nutrición, psicobiólogos e investigadores en el envejecimiento. En el mismo se explica cómo el organismo no puede ser reparado del desgaste por los sistemas orgánicos que posee y comienza a degenerar; si bien, el proceso de pérdida de funciones, no es igual en todas las personas.
Según ha expuesto Crespo, los estudios realizados hasta el momento con estas moléculas en animales han demostrado que mejoran el estado cognitivo, por lo que, en breve, el equipo de expertos iniciará el estudio en humanos para comprobar si dichos compuestos ofrecen resultados favorables. Asimismo, ha recordado que todavía no se ha descubierto nada que consiga frenar el alzheimer pero sí se ha visto que este aporte específico de nutrientes ralentiza la evolución de esta enfermedad en animales. “Se ha conseguido que en una cepa que se deterioraba rápidamente al darle estos preparados, los animales no degeneraban y se mantenían activos”.
El especialista ha precisado que los productos nutrientes introducidos en estas moléculas son elementos que el cerebro necesita y que de esta forma, son direccionados exclusivamente para ser utilizados por el sistema nervioso, aunque también resultan beneficiosos para el resto del organismo. Crespo ha recordado que el cerebro envejece con el paso de los años pero si se le mantiene activo se preserva su funcionalidad y se enlentece el deterioro cognitivo. En este sentido, considera que actividades simples, como hacer crucigramas, leer o juegos de mesa, resultan muy beneficiosos para mantener activa la memoria y evitar su deterioro.
El estudio premiado es de gran importancia dado que el incremento de la población anciana tiene su paralelo en las patologías asociadas al aumento de la longevidad y en la aparición de las enfermedades degenerativas. El problema más generalizado entre los mayores es la pérdida de memoria, una patología cognitiva que puede conducir al alzheimer, la dolencia neurodegenerativa más prevalente en la población anciana.
Además de Dámaso Crespo, el equipo de investigadores cántabros está formado por Javier Ordoñez, jefe del equipo de Nutrición Clínica de Valdecilla; Carlos Fernández Viadero, geriatra del Hospital de Parayas Nicolás Peña, geriatra de la Consejería de Asuntos Sociales; Rosario Verduga, del departamento de Psiobiología de la UNED, y Magdalena Jiménez Sanz, experta en Alimentación Humana.
Una población que envejece
En la actualidad el 18% de la población española supera los 65 años y este porcentaje se está incrementando de forma muy rápida. Aunque el público no conocedor de estos temas considera que el aumento de la población mayor se debe a que se vive más años, esto no es así. La esperanza de vida en España está en unos 81 años para las mujeres y 76 para los varones. La causa principal del incremento de población mayor es, aunque parezca paradójico, la caída de la fecundidad. Nacen pocos niños y esto hace que la población mayor tenga más representantes.
Se sabe que para que la población se mantenga estable en número, cada mujer debe tener una media de 2,1 hijos. Cifras superiores incrementan la población y cifras inferiores la disminuyen. En España, como hemos comentado cada mujer tiene una media, en la actualidad, de 1,7 hijos y esto hace que la población disminuya, tanto de nuevas personas (niños) como de personas totales, y se incremente el porcentaje de población mayor de 65 años.