- El Grupo Español de Yodo en el Embarazo y el Niño ha celebrado la Jornada de debate sobre la prevención durante el embarazo de las deficiencias en el recién nacido, causadas por déficit moderado de yodo.
Granada (13-5-09).- La jornada fue organizada por el Grupo Español de Yodo en el Embarazo y el Niño (GEYEN) e impulsada por Eupharlaw. A través del trabajo en grupos, el Grupo GEYEN y los profesionales allí reunidos llegaron a estas conclusiones de consenso y se expusieron también otros aspectos no menos importantes relacionados con la yodoprofilaxis, con el objetivo de ofrecer luz sobre los mitos y realidades que rodean al tema del uso del yodo durante el embarazo. Así, se acordó la negativa a utilizar antisépticos yodados en la mujer gestante o lactante, debido al alto contenido en yodo de estos y la alta toxicidad que pueden producir.
Además, los expertos consideran que debe recomendarse el uso de las leches maternizadas con el más elevado contenido de yodo. Del mismo modo, es necesario que la mujer lactante tome la dosis necesaria de yodo para que el recién nacido pueda ingerir la cantidad que necesita.
En cuanto a la recomendación del consumo de sal yodada los profesionales reconocen que no está indicada para aportar la cantidad de yodo necesaria en el embarazo, y además está contraindicado el aumento de su consumo por constituir un factor de riesgo cardiovascular de primer orden. Sin embargo, se concluyó que toda la sal que consuma la mujer embarazada debe ser yodada.
Del mismo modo, también se rechaza la posibilidad de suplir la necesidad de yodo en el embarazo mediante polivitamínicos por varias razones: según la Medicina Basada en la Evidencia no son recomendables, aportan dosis menores que las obtenidas mediante la alimentación, y la dieta mediterránea suple todas las necesidades vitamínicas y de micronutrientes, excepto del hierro, fólico y yodo. Además son productos caros y no financiados por el SNS. No son medicamentos y por tanto no han tenido que demostrar ante las autoridades sanitarias que produzcan los beneficios que declaran.
Dado que la atención a la embarazada exige una mayor responsabilidad legal por parte de los profesionales a la hora de prescribir el producto adecuado, los profesionales congregados por el Grupo GEYEN recomiendan únicamente la prescripción de fármacos, que sí están avalados por la Medicina Basada en la Evidencia y registrados en la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS). El medicamento es la única forma de garantizar la dosis adecuada (200-300 microgramos de yodo) sin los riesgos de incremento del aporte vitamínico. Respecto al precio, los fármacos de yodo que se pueden encontrar actualmente en el mercado son muy baratos y están financiados por el SNS.
Otro de los aspectos fundamentales sobre los que se llegó a un acuerdo consensuado fue la necesidad de prescribir yoduro potásico desde la etapa preconcepcional hasta el final de la lactancia materna. Así, se considera que es más recomendable indicar a la mujer, desde tres meses antes del embarazo, una triterapia, es decir, la ingesta de ácido fólico, yodo y vitamina B12. Este tratamiento es muy recomendable que se mantenga durante todo el embarazo, y como mínimo hasta la 12 semana de gestación. Momento en el que podría pasarse a la monoterapia, con la ingesta única de yodo, hasta el final de la lactancia.
En cualquier caso, durante la jornada hubo unanimidad en considerar obligatoria la indicación de un fármaco de yodo, de los múltiples que hay en el mercado, que garantice la ingesta de entre 200 y 300 microgramos de yodo durante todo el embarazo y la lactancia.
Finalmente, todos los presentes en la jornada hicieron un llamamiento a favor de la información sobre este problema de salud pública. Se abogó por campañas hacia instituciones, profesionales y hacia la población, con una información que se exige que sea mantenida, actualizada, veraz y adecuada, sugestiva e impactante. Erradicar las deficiencias congénitas por déficit moderado de yodo es tarea de todos. Todos deben conocerlo y actuar, en consecuencia, con responsabilidad.