NC&T, 6 de Octubre de 2008.
Las células de grasa marrón, las cuales queman calorías, pueden ser producidas mediante una técnica experimental a partir de las células precursoras de músculo, al menos en ratones. Este sorprendente descubrimiento ha hecho surgir la esperanza de haber dado con una nueva forma de combatir la obesidad y el sobrepeso, según científicos del Instituto Oncológico Dana-Farber.
Los investigadores han demostrado que la grasa marrón, la cual es conocida como una forma «buena» de grasa (y que es llamada así porque quema calorías y libera energía, a diferencia de la modalidad «mala» de grasa, la blanca, que simplemente almacena calorías extra), puede ser generada a partir de precursores no especializados que normalmente producen músculo esquelético.
El equipo dirigido por Bruce Spiegelman, con Patrick Seale como uno de los autores principales, ha mostrado que un interruptor molecular cuya existencia ya se conocía, el PRDM16, regula la creación de células de grasa marrón a partir de las células inmaduras de músculo.
La gran sorpresa en los resultados del estudio es que las células precursoras de músculo, conocidas como «células satélite», son capaces de hacer nacer a las células de grasa marrón, bajo el control del PRDM16.
Los hallazgos confirman que el PRDM16 es el «regulador supremo» del desarrollo de las células de grasa marrón. Esta confirmación impulsará la investigación subsiguiente en el laboratorio de Spiegelman: averiguar si los fármacos que aceleran al PRDM16 en los ratones, y potencialmente en las personas, pueden convertir a las células de grasa blanca en células de grasa marrón y tratar así la obesidad. Otra estrategia podría ser transplantar células de grasa marrón a una persona con sobrepeso para reforzar el proceso de combustión de las calorías.
Existe un gran interés en el papel de las células de grasa marrón en la regulación del metabolismo. Las crías de roedor y los bebés humanos disponen de abundante cantidad de grasa marrón, la cual disipa la energía de los alimentos en forma de calor para protegerse del frío. Aunque los humanos adultos disponen de poca grasa marrón, ésta, en apariencia, tiene una función metabólica, aparte de su potencial de ser reclutada de algún modo para que combata a la obesidad.
En el 2007, Spiegelman y sus colegas lograron insertar genes de PRDM16 en precursores de grasa blanca, que implantaron bajo la piel de ratones. El interruptor PRDM16 incitó a los precursores de grasa blanca a producir células de grasa marrón en vez de células de grasa blanca. Esto sugiere que puede ser viable transplantar precursores de grasa blanca equipados con el PRDM16 en personas con elevado riesgo de volverse obesas, para cambiar ligera pero decisivamente su metabolismo hacia el modo de combustión de calorías.
La nueva investigación añade otra fuente potencial de grasa marrón: las progenitoras de células de músculo, o mioblastos, que existen en el cuerpo para reemplazar a las células musculares maduras cuando sea necesario. Las progenitoras, a las que se puede considerar «células madre adultas», son inducidas a convertirse en células musculares especializadas cuando son activadas por las señales apropiadas o, como reveló el estudio, a convertirse en células de grasa marrón cuando el PRDM16 se activa.