- Las comidas copiosas, el abuso de bebidas alcohólicas y la interrupción de nuestros hábitos de vida diarios pueden provocar trastornos leves en nuestra salud que se pueden resolver fácilmente con la ayuda del farmacéutico y los medicamentos autorizados sin receta especialmente diseñados para este fin.
Se acerca la Navidad, una época propicia para reuniones familiares y reencuentros con amigos y, sobre todo, para disfrutar de los días festivos alrededor de una buena mesa. Sin embargo, los excesos con la comida y el alcohol pueden acabar pasándonos factura y aguarnos la fiesta. Los problemas de salud más habituales durante la Navidad son los derivados del exceso que hacemos con la comida, los dulces y la bebida, principalmente, empachos y digestiones pesadas. De hecho, la mayoría de las consultas que realizan los ciudadanos en las farmacias durante los días festivos están relacionadas con estas pequeñas pero molestas dolencias.
» El popular empacho, fruto de las comidas copiosas, es uno de los malestares más comunes en estos días y cuyos síntomas son sensación de pesadez, molestias en el estómago, sensación de ardor acompañada generalmente de acidez y, en algunos casos, vómitos», explica Rafael García Gutiérrez, director general de la Asociación para el Autocuidado de la Salud (anefp). «Para prevenirlo añade García Gutiérrez- es recomendable comer despacio y masticando adecuadamente los alimentos, no ingerir comidas demasiado frías o calientes, reducir el consumo de bebidas alcohólicas y tabaco y comer alimentos ricos en fibras vegetales».
Pero si no podemos evitar la tentación de las viandas navideñas y finalmente sufrimos una indigestión, podemos tomar un antiácido que nos ayude a aliviar los síntomas. Los antiácidos autorizados para su venta sin receta se pueden comprar en la farmacia y es aconsejable tomarlos una hora después de la comida para que el medicamento permanezca más tiempo en el estómago y tenga mayor efecto protector. También es conveniente seguir una dieta rica en verduras, frutas y lácteos, siempre que no haya diarrea.
Rehidratación oral
Y es que la diarrea no sólo es uno de los síntomas que puede acompañar a otras dolencias, sino que también puede aparecer sola debido a cambios bruscos en la alimentación o por intoxicaciones. Para tratarla es recomendable reponer líquidos mediante soluciones farmacéuticas de rehidratación oral a base de glucosa y electrolitos (sueros orales mineralizados) y medicamentos antidiarreicos. Los alimentos más aconsejables para reducir la duración de la diarrea son plátanos, manzanas, patatas, zanahorias y leche desnatada.
Otros trastornos intestinales que pueden surgir como consecuencia de los excesos navideños son los vómitos y náuseas, que pueden ser un síntoma más de la indigestión o estar producidos por el abuso del alcohol. El farmacéutico nos aconsejará algún medicamento sin receta destinado específicamente al alivio de las náuseas y los vómitos, aunque al igual que sucede con la diarrea, el principal objetivo debe ser evitar la deshidratación, por lo que los sueros de rehidratación oral también están indicados en estos casos.
También es típica de las fechas navideñas la resaca como consecuencia del exceso de alcohol. Esta dolencia suele ser más intensa en las personas fumadoras y se caracteriza por síntomas como dolor de cabeza, sequedad de boca, mareos, sed y malestar general acompañado, en algunos casos, de náuseas y acidez de estómago. En caso de padecer una resaca, lo más adecuado es tomar alimentos suaves que no irriten la mucosa gástrica, como los yogures, y reponer la pérdida de vitaminas con zumo de naranja y frutas frescas. Para los dolores y el malestar general se pueden emplear medicamentos que no precisan de receta como analgésicos y antiácidos.
Constipado, el rey del invierno
No obstante, los constipados y los procesos gripales siguen siendo las enfermedades más típicas durante el invierno y, por tanto, de las fechas navideñas. «Los síntomas más molestos, como la tos, la fiebre, el dolor de cabeza y de garganta o la congestión nasal, se pueden aliviar fácilmente utilizando antigripales y analgésicos, medicamentos que no necesitan de una prescripción médica y que permiten autocuidar responsablemente esta dolencia con el consejo del profesional farmacéutico, añade el director general de anefp. Además, se pueden acompañar con alimentos de aporte energético y con vitaminas, tales como frutos secos, cítricos, hortalizas y pescado azul.
Ante cualquier malestar leve de este tipo podemos recurrir a los medicamentos sin receta, que, como recuerda Rafael García Gutiérrez, son autorizados por el Ministerio de Sanidad, después de demostrar su calidad, su seguridad y su eficacia para el alivio y tratamiento de estas sintomatologías menores, y que permiten solventar estas pequeñas dolencias a través de un autocuidado responsable.
Sin embargo, no debemos olvidar que aunque estén indicados para problemas de salud leves, estos productos siguen siendo medicamentos, por lo que siempre es conveniente consultar al farmacéutico antes de tomarlos. Este profesional de la salud está perfectamente capacitado para distinguir las dolencias graves de las que no lo son y para recomendar el medicamento más adecuado para la dolencia de cada persona.