Casi 1 de cada 3 españoles reconoce no saber nada sobre la gota
- Los expertos resaltan la necesidad de informar y desmontar mitos entorno a esta enfermedad que en España puede afectar a entre el 1% y el 2% de la población
- El 78% cree que la gota se limita sólo a la inflamación del dedo gordo del pie o a un dolor intenso en las articulaciones (58%) y sólo la mitad sabe que la gota también es un factor de riesgo para padecer un infarto
Madrid, octubre de 2013.- La Sociedad Española de Reumatología (SER) y Menarini España han puesto en marcha este año la campaña “No des pie a la gota” con el objetivo de concienciar a la población sobre una enfermedad que en España puede afectar a entre el 1% y el 2% de la población, habiéndose convertido ya en la principal causa de artritis en adultos, siendo el 85% de afectados hombres.
La campaña, que se ha presentó ayer, 2 de octubre, en la céntrica plaza madrileña de Felipe II y que ha contado con el cantante y presentador Bertín Osborne como padrino del acto, tiene como principal objetivo informar y desmontar mitos entorno a una enfermedad, que aún es muy desconocida entre la población, según un estudio impulsado por ambas entidades sobre la gota. Bertín Osborne, padrino de la campaña “No des pie a la gota”
En cifras, casi uno de cada tres encuestados reconoce no saber nada sobre la gota, una enfermedad ocasionada por un exceso de ácido úrico en sangre que provoca la formación de unas sales que se depositan en las articulaciones y causan episodios de dolor intenso que, a menudo, se inician en el dedo gordo del pie. “Si no se trata, puede dar lugar a lesiones articulares permanentes y afectar directamente a la calidad de vida del paciente”, según el Dr. Fernando Pérez Ruiz, portavoz de la SER.
“Se trata de una enfermedad todavía desconocida por una gran parte de la población española”, asegura Javier Hidalgo, director de Relaciones Institucionales de Menarini España, “aunque actualmente puede afectar a 400.000 españoles”, añade. En la Unión Europea, la prevalencia de la gota ha aumentado un 50% en las dos últimas décadas y hoy en día puede alcanzar hasta el 5% entre los hombres mayores de 70 años. Por su parte, las mujeres cuentan con hormonas que favorecen la eliminación del ácido úrico por el riñón, por lo que tienen unos niveles de urato más bajos hasta la menopausia.
Un 59% de los encuestados sí considera a la gota como una enfermedad vigente en la actualidad, siendo los más jóvenes (entre 16 y 24 años) los que aún la asocian a una patología del pasado (38%) y que se presenta muy raramente hoy en día. En relación con su origen, el 39% relaciona a la gota con un problema de las articulaciones, pero sólo el 29% sabe que es una enfermedad reumatológica.
El ‘Paseo de la gota’
Para concienciar a la población española de que cualquier persona puede sufrir gota en algún momento de su vida, la Sociedad Española de Reumatología (SER) y Menarini España han ideado el ‘Paseo de la gota’ para que los ciudadanos dejen “simbólicamente” su huella contra esta enfermedad. “Una patología reumática que se puede curar, pero para ello es necesario un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado y prolongado en el tiempo”, afirma el Dr. Pérez Ruiz, reumatólogo del Hospital Universitario Cruces e Instituto de Investigación Biomédica Biocruces de Baracaldo (Vizcaya).
“El objetivo de esta campaña es informar a la población y desmontar ciertos mitos sobre la gota”, comenta Hidalgo, “como, por ejemplo, que se trata de una enfermedad del pasado provocada por excesos en la alimentación”.
Desmitificando la enfermedad
La gota se ha relacionado históricamente con los más poderosos y aquellos que podían permitirse ciertos lujos. Sin embargo, no es necesario llevar una vida de excesos para padecerla. “Se piensa que es una enfermedad autoinflingida por malos hábitos y la realidad es que no es así. El problema real se debe en muchos casos a una ineficaz eliminación del ácido úrico por parte del riñón”, indica el experto.
Los especialistas destacan el paulatino abandono de la dieta mediterránea y el aumento de la ingesta de bebidas azucaradas y alcohol como algunos factores de riesgo, pero no los únicos ni los principales. “Algunos estudios han llegado a afirmar incluso que el estilo de vida del paciente tiene influencia sobre su enfermedad en tan sólo en el 15% de los casos”, señala el reumatólogo.
A su juicio, “además de la dieta, hay que tener en cuenta que la población está envejeciendo y por tanto, cada vez hay más personas con enfermedad renal crónica o que toman medicamentos, algunos de los cuales favorecen el aumento de los niveles de ácido úrico en sangre”.
Consecuencias más allá del pie
La percepción de muchos pacientes y profesionales es que la gota sólo se reduce a una inflamación aguda de las articulaciones, cuando no es así. Es una enfermedad con síntomas intermitentes en el estado inicial y que, en aquellos pacientes en los que el tratamiento no es efectivo, avanza provocando lesiones graves en la mitad de los afectados al cabo de una o dos décadas.
El 78% de los españoles cree que se limita a la inflamación del dedo gordo del pie o a un dolor intenso en las articulaciones (58%) y sólo la mitad de los encuestados sabe que la gota también es un factor de riesgo para padecer un infarto de miocardio. No obstante, la mayoría de la población sí es consciente de que esta enfermedad afecta a la vida diaria de los pacientes (79%), provocando un deterioro en su calidad de vida (78%).
La gota sí tiene cura
Según el Dr. Pérez Ruiz, “los pacientes suelen tener en cuenta sólo episodios agudos y creen que si desaparecen los síntomas no hay enfermedad, y esto es incorrecto. Además, se cree que la gota no se puede curar y no es así. Los cristales de ácido úrico se pueden eliminar con el tratamiento adecuado”. La terapia tiene como objetivo conseguir alcanzar y mantener unos niveles de urato al menos por debajo de 6 mg/dl de forma permanente. Prácticamente el 90% de los pacientes con gota necesitan tratamiento con medicamentos para ayudar a reducir los niveles a ácido úrico hasta el punto óptimo para el tratamiento.
La terapia debe ser progresiva y prolongada en el tiempo. “En ocasiones, una vez el paciente supera la semana de dolor agudo e intenso o aprende a convivir con el dolor crónico de baja intensidad, no vuelve a revisión. Una parte de la responsabilidad de estas conductas la podemos tener los sanitarios. El paciente afectado por la gota debe ser informado sobre las complicaciones de no seguir un tratamiento a largo plazo y de recibir tratamiento sólo cuando tiene crisis”, señala el portavoz de la SER.
Para combatir esta enfermedad, los especialistas están de acuerdo en que es fundamental un correcto diagnóstico y ofrecer toda la información disponible al paciente. “La mayoría de afectados deben mentalizarse de que tendrán que tomar medicamentos durante muchos años, igual que otros pacientes con enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión, pero también deben saber que los riesgos asociados o los efectos secundarios del tratamiento están claramente superados por los beneficios para su salud y su calidad de vida”, concluye el especialista.
Sociedad Española de Reumatología (SER)
La Sociedad Española de Reumatología (SER) tiene como misión trabajar y relacionarse activa y positivamente con todos los agentes de interés en el campo de la Reumatología. Para ello, entre otras actividades, fomenta el estudio de las enfermedades reumáticas -enfermedades del sistema musculoesquelético y del tejido conjuntivo-, desarrolla trabajos, estudios y proyectos de investigación en Reumatología y atiende los problemas relacionados con la especialidad. Asimismo, brinda apoyo a los pacientes de enfermedades reumáticas a través de su relación con asociaciones que integran fundamentalmente a pacientes. En el área de docencia, lleva a cabo un amplio número de cursos sobre todas las áreas de la Reumatología y celebra dos simposios monográficos y un congreso cada año. Actualmente, la SER representa a más de 1.500 profesionales en España y mantiene contacto con las sociedades autonómicas de Reumatología de todo el país.
Menarini España
Menarini es un grupo farmacéutico internacional con más de 125 años de historia presente en más de 100 países de Europa, Asia, África y América. Menarini España es la tercera filial en volumen de facturación del grupo, con una producción, desde la sede de Badalona, de 48 millones de unidades de medicamentos al año y una plantilla de casi 600 trabajadores. La compañía, que acaba de celebrar su 50 aniversario, se sitúa entre las 20 primeras empresas del sector farmacéutico español.
Menarini España tiene como línea prioritaria de investigación el desarrollo de medicamentos para el tratamiento de enfermedades cardiovasculares, respiratorias, infecciosas, trastornos gastrointestinales, alergia, problemas de metabolismo, dolor e inflamación. Su objetivo es dar respuestas eficaces a la salud y el bienestar y, por ello, apuesta por la investigación y el desarrollo de nuevos productos con la tecnología y sistemas más avanzados. Ello comporta la aplicación de los estándares más exigentes en materia de calidad en el proceso de fabricación, respetando en todo momento el medio ambiente y siendo pioneros en la obtención de diversas certificaciones del sector.
Su sede en Badalona, con una superficie de 12.000 m2, incluye uno de los seis que el Grupo tiene en Europa, y la planta de producción, que fabrica algunos de los medicamentos que Menarini comercializa en España pero que también exporta fármacos a otros países europeos y americanos.