- Un grupo de científicos ha desarrollado una nueva manera de combatir la obesidad, a través de un medicamento que impide almacenar grasa
- Este medicamento se posiciona como un importante paso adelante en la batalla contra las crecientes tasas de obesidad y enfermedades metabólicas
Un nuevo fármaco desarrollado por un grupo de científicos liderados por Anthony Don, del Centenary Institute, Nigel Turner y Jonathan Morris de la Universidad de Nueva Gales del Sur, podría ser la solución para combatir la obesidad, debido a su efecto como quemador impidiendo el almacenamiento de grasa en el cuerpo.
Nutriguía, septiembre 2018
El fármaco, denominado P053, va dirigido contra enzimas de la familia ‘Ceramide Synthase’, vinculadas a la resistencia a la insulina en los músculos esqueléticos, el hígado y el tejido graso.
Administrado a ratones sometidos a una dieta alta en grasas, el medicamento bloqueó el fermento «ceramide synthase 1» (CerS1) e impidió que los animales depositaran y almacenaran grasa, debido a que la falta del CerS1 aumentó la capacidad de los ratones de quemar grasa en los citados músculos.
Aunque el fármaco resultó “muy eficaz” para reducir los lípidos de interés en el músculo esquelético, no evitó que los ratones desarrollaran resistencia a la insulina.
“Nosotros esperabamos que apuntar a esta enzima tuviera efectos más bien sensibilizadores a la insulina, que contra la obesidad”, explicó Turner. En cambio, la investigación produjo esos efectos inesperados, y destacó que “dado que la obesidad es un gran factor de riesgo para muchas enfermedades diferentes, incluyendo enfermedades cardiovasculares y cáncer, cualquier terapia nueva en este espacio podría tener beneficios generalizados”.
Por su parte, Anthony Don puntualizó que “a partir de aquí, me gustaría desarrollar medicamentos que se dirijan a las enzimas Ceramide Synthase 1 y 6 juntas, y ver si produce una respuesta mucho más fuerte contra la obesidad y la insulina. Aunque estos fármacos necesitan más trabajo antes de ser adecuados para su uso en la práctica clínica, nuestro trabajo hasta ahora ha sido un paso muy importante en esa dirección”.
El proyecto ha sido una colaboración entre Anthony Don, del Centenary Institute, el líder del grupo de Investigación Metabólica de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Sydney, Nigel Turner, y el grupo de Química Sintética del profesor Jonathan Morris de este mismo centro.