- Investigadores gallegos prueban la fiabilidad de forzar por esta vía la quema de grasas
Los hidratos de carbono que comemos son procesados hasta su molécula básica, la glucosa, y representan la fuente inmediata de energía para el organismo. La quema de grasas responde, en cambio, a un proceso más exigente y el organismo recurre a ellas en dos escenarios fundamentales: periodos de ayuno y falta de ingesta de carbohidratos.
ABC, Abril 2018
Cuando se registra un déficit de carbohidratos el cuerpo entra en un estado de cetosis, aquella situación metabólica en la que el organismo reacciona a la falta de aporte de energía inmediata activando los mecanismos para descomponer las grasas. La proliferación de dietas de adelgazamiento apoyadas en este planteamiento encendió las alertas de la comunidad médica, advirtiendo de los riesgos de una exposición no controlada y prolongada a estados de cetosis. Ahora, investigadores gallegos, a través de la Unidad de Obesidad de Complexo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), avalan la seguridad de la cetosis y afirman su utilidad en los tratamientos de adelgazamiento para pacientes con obesidad o sobrepeso.
Un ensayo clínico de intervención nutricional publicado en la revista «Endocrine» —impulsado por la multinacional PronoKalGroup, especializada en terapias médicas para la pérdida de peso—ha supervisado durante cuatro meses el estado de salud de pacientes sometidos a estados de cetosis, mediante la medición de su PH sanguíneo, del volumen de cuerpos cetónicos y de su nivel de glucosa en sangre, obteniendo en cada medición valores estándar que confirmarían la seguridad de esta práctica. «Esperamos que la reciente publicación de esta investigación en una revista internacional de prestigio contribuya a desestigmatizar la cetosis como mecanismo fisiológico dentro de un proceso de pérdida de peso llevado a cabo con control médico, pauta dietética, de actividad física y apoyo emocional para poder hablar seriamente de los beneficios que aporta ala paciente», expone Diego Bellido, jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Complexo Hospitalario Universitario de Ferrol (CHUF) y uno de los investigadores principales del estudio.
Según las conclusiones del estudio, el estado de cetosis inducido por una dieta rica en proteínas pero reducida en hidratos de carbono, conduce a la utilización de las grasas como fuente de energía llegando a conseguir que «más del 90% del peso que pierde el paciente sea de masa grasa, siempre que se asocie a una pauta dietética y de actividad física adecuada». Así, el ensayo clínico realizado en la Unidad de Obesidad del CHUS, registró cómo «tras cuatro meses de tratamiento con dieta citogénica pautada, «de los 20 kilos perdidos de media por los pacientes en estudio, 18,2 eran a expensas de grasa». El dato, subrayan los promotores del estudio, contrasta con la estimación calculada para las dietas hipocalóricas más convencionales, en las que el 25% del peso perdido corresponde a masa magra.
Los investigadores señalan aún otras dos ventajas adicionales: las dietas cetogénicas reducen el apetito y favorecen que el paciente se sienta activo, un efecto psicoestimulante, probablemente heredado de la etapa prehistórica, que facilitaba y predisponía a los individuos para la búsqueda de alimento tras periodos de ayuno.