- Los cambios se originan de una menor sensibilidad del cerebro ante la acción de la leptina durante el desarrollo
El médico Interactivo, 7 de Febrero de 2008
La predisposición a la obesidad podría configurarse en los inicios del desarrollo cerebral, según un estudio dirigido por la Universidad de California del Sur (Estados Unidos) y la Universidad de Lille (Francia) que se publica en la revista Cell Metabolism
Los investigadores descubrieron en un modelo experimental creado para ser propenso a la obesidad, que mostraba anomalías en una zona del cerebro crítica para el control del apetito. En concreto, los científicos descubrieron que los sujetos obesos albergaban defectos en las neuronas del núcleo arqueado del hipotálamo, lo que provoca que sus cerebros respondan menos ante la hormona que suprime el hambre denominada leptina.
Según explica Sebastien Bouret, «las diferencias en el neurodesarrollo pueden observarse ya en la primera semana». Los resultados muestran, señala Bouret, que la obesidad puede estar configurada en el cerebro desde el inicio de la vida. «La pregunta del millón ahora es cómo superar este problema», indica el investigador.
En su estudio, los investigadores examinaron la tendencia a la obesidad en busca de signos de desarrollo cerebral anormal. Descubrieron que el cerebro tenía menos proyecciones neurales procedentes del núcleo arqueado del hipotálamo, una deficiencia que continúa durante la edad adulta. Estas proyecciones son necesarias para transmitir la señal de leptina recibida por el núcleo arqueado a otras partes del hipotálamo.
Según indica Bouret, «parece que el apetito y la obesidad se crean en el cerebro». Aunque el trastorno del modelo estudiado podría mejorar con el ejercicio y una dieta correcta, los descubrimientos sugieren que la tendencia a engordar no puede dar marcha atrás. El investigador señala sin embargo, que es posible que los tratamientos administrados durante un periodo crítico temprano del desarrollo puedan ser capaces de reestructurar las conexiones cerebrales.