- La grelina es una hormona que nos indica cuándo tenemos hambre, mientras niveles altos de la hormona GLP-1 nos dicen cuándo hemos tenido suficiente comida y que dejemos de comer
Un producto final común de la proteína digerida -fenilalanina– desencadena hormonas que hacen que los modelos experimentales se sientan menos hambrientos y lleva a la pérdida de peso, según concluye un nuevo estudio presentado en la Conferencia Anual de la Sociedad británica de Endocrinología que se celebra en Brighton, Reino Unido. Entender mejor el mecanismo por el cual las dietas proteicas causan pérdida de peso podría llevar al desarrollo de fármacos y dietas que aborden la creciente epidemia de obesidad.
E.P., Noviembre de2016
Las hormonas impulsan nuestro apetito diciéndonos cuándo tenemos hambre y cuándo estamos llenos. La grelina es una hormona que nos indica cuándo tenemos hambre, mientras niveles altos de la hormona GLP-1 nos dicen cuándo hemos tenido suficiente comida y que dejemos de comer. Entender los mecanismos por los cuales las hormonas afectan nuestros patrones de alimentación puede ayudar a identificar nuevas formas de tratar o prevenir la obesidad.
Estudios anteriores han demostrado que las dietas ricas en proteínas fomentan la pérdida de peso haciendo que las personas se sientan más llenas, aunque estas dietas son difíciles de seguir y los mecanismos por los que esto sucede se desconocen.
En este trabajo, los investigadores Mariana Norton y Amin Alamshah, del Imperial College de Londres, en Reino Unido, realizaron una serie de experimentos en modelos animales. En el primer experimento, dieron a diez modelos animales una dosis única de fenilalanina, un producto químico producido en el intestino cuando el cuerpo descompone alimentos ricos en proteínas, como carne, pescado, leche y huevos.
En el segundo experimento, los modelos obesos inducidos por la dieta, que se usan típicamente como modelo de obesidad humana, recibieron fenilalanina repetidamente durante siete días. Ambos experimentos compararon sus resultados con el mismo número de animales que no recibieron fenilalanina.
Una dosis de fenilalanina reduce la ingesta de alimentos
Los investigadores encontraron que una dosis única de fenilalanina redujo la ingesta de alimentos, aumentó los niveles de GLP-1 y disminuyó los niveles de grelina, además de que la administración repetida causó pérdida de peso en los animales obesos. Los científicos también observaron que los animales se movían más, lo que podría animarles a perder peso.
Para entender los mecanismos por los cuales la fenilalanina podría estar estimulando estas hormonas, los investigadores llevaron a cabo un experimento final estudiando las células intestinales en una placa de Petri. Así, detectaron que la fenilalanina interactuó con un receptor llamado receptor de detección de calcio (CaSR) y que fue CaSR la que incrementó los niveles de GLP-1 y disminuyó el apetito.
«Nuestro trabajo es el primero en demostrar que la activación de CaSR puede suprimir el apetito», afirma la autora principal del estudio, Mariana Norton. «La investigación destaca el uso potencial de fenilalanina u otras moléculas que estimulan CaSR –como fármacos o componentes de los alimentos– para prevenir o tratar la obesidad», añade.
Según a doctora Norton, los mecanismos precisos por los cuales la fenilalanina suprime el apetito y el peso corporal todavía necesitan determinarse y es probable que haya mecanismos adicionales que también estén implicados en los efectos beneficiosos de una dieta rica en proteínas. Los próximos pasos serán establecer si la fenilalanina puede producir los mismos efectos en seres humanos que en animales y confirmar más la importancia de CaSR en la respuesta a los alimentos ricos en proteínas.