- Los niños que nacen antes de las 33 semanas de gestación tienen un elevado riesgo de trastornos del desarrollo y problemas de aprendizaje; se cree que una nutrición inadecuada durante el periodo posterior al nacimiento contribuye a un peor desarrollo._
El Médico Interactivo, 15-01-2009
Las dosis elevadas de ácidos grasos omega 3 mejoran el desarrollo neurológico de niñas prematuras, según un estudio del Women’s and Children’s Hospital y del Flinders Medical Centre en Adelaida (Australia) que se publica en la revistaJournal American Medical Association(JAMA).
Los resultados del trabajo mostraron que aquellas niñas prematuras que reciben una cantidad elevada de ácido docosahexaenoico (DHA), ácido graso omega 3, tienen mayores medidas de desarrollo neurológico que aquellas que reciben una cantidad estándar de DHA. Este efecto sin embargo no se observó entre los varones prematuros.
Los investigadores, dirigidos por Maria Makrides, realizaron un ensayo aleatorio controlado para determinar el efecto de las dosis elevadas de DHA en la dieta sobre los resultados neurológicos en niños prematuros. El estudio incluyó recién nacidos con menos de 33 semanas de gestación en cinco hospitales australianos y un periodo de seguimiento de 18 meses.
A partir de los días 2 y 4 de vida después de que los niños nacieran y hasta que alcanzaran el momento en el que tenía que haberse producido el parto, recibieron una dosis elevada de DHA, de aproximadamente el 1 por ciento del total de ácidos grasos, o bien una cantidad estándar del 0,3 por ciento. Los recién nacidos recibían los ácidos grasos o a través de la lactancia o por preparados lácteos infantiles.
Las madres que daban de mamar a sus hijos alimentados con niveles altos de DHA tomaban seis cápsulas de aceite de atún para conseguir la concentración necesaria del ácido graso en su leche. Las del grupo de niveles estándar de DHA tomaban el mismo número de cápsulas pero de aceite de soja.
Los investigadores midieron el desarrollo neurológico utilizando el Índice de Desarrollo Mental (IDM) de Bayley, que evalúa la memoria, la resolución de problemas, los concentos numéricos iniciales y el lenguaje.
Los resultados mostraron que la puntuación en el IDM no difería entre los grupos que tomaban los niveles altos y normales de DHA. Sin embargo, en el caso de las niñas, las que tomaban las cantidades más altas de DHA tenían índices IDM superiores mientras que en los niños no se descubrieron diferencias entre los grupos.
Análisis adicionales indicaron que, de forma global, se dieron menos casos de recién nacidos con desarrollo mental retardado en las dietas altas en DHA en comparación con las estándar y que había menos niñas con retraso mental leve y significativo en el grupo de niveles elevados de DHA, pero que no había diferencias entre los niños.