La palabra del experto: el doctor Thien Nguyen, de Pierre Fabre sobre el Argán

4 preguntas al doctor Nguyen, Director de la Unidad de Biotecnología Pierre Fabre Dermo-Cosmétique

  • ¿Por qué siguió usted interesándose por el argán?

« ¡No cambiamos un activo ganador! Hemos trabajado por supuesto sobre las células nativas de otras plantas pero los laboratorios Pierre Fabre exploran el argán desde hace treinta años. Lo conocemos muy bien y siempre habíamos sospechado que todavía podía sorprendernos. Y eso es lo que pasó. »

  • ¿Cómo se procedió?

« Los laboratorios trabajan a partir de una sola hoja de arganier. Basándose en el mecanismo de reparación de los tejidos de la planta, esta tecnología punta permite conseguir células de tipo meristemático por diferenciación de las células de la hoja inicial. Después estas células se multiplican mediante técnicas de cultivo in vitro en un biorreactor sometido a una agitación suave con el fin de obtener Células nativas de argán puras, intactas, reproducibles hasta el infinito. Puesta en suspensión en un medio nutritivo de cultivo exactamente parametrizado, cada célula se desarrolla y se divide sin estrés, a su ritmo, preservando su metabolismo. Estas células meristremáticas totipotentes son las células originales de toda planta. »

  • ¿Cuántas células obtenemos a partir de una hoja de argán?

« Millones, mil millones, una infinidad… La hoja de argán es el material vegetal de partida para obtener algunas células méristemáticas. Una vez obtenidas estas células vegetales indiferenciadas, se aporta todo el cuidado necesario a las Células nativas de argán con el fin de conservar esta potencia y esta pureza original. »

  • ¿Cuál es la ventaja de las células nativas versus un activo vegetal clásico?

« Mantenidas en un estado de juventud eterna, las células nativas se revelan más poderosas y tienen una acción más dirigida. Hay también razones medioambientales evidentes. Al igual que muchas otras plantas, el arganier está en peligro de extinción. Este procedimiento bioético, limpio y muy natural no necesita ningún cultivo intensivo y tiene un alto rendimiento (calidad constante) cualesquiera que sean la temporada o los azares del clima. No hay plaguicidas, no hay transporte, no hay sobreexplotación de las tierras, no hay riesgo de mala cosecha. En fin, se gana mucho tiempo. Una planta necesita años para llegar a su madurez; en el laboratorio podemos producir los activos que nos interesan indefinidamente de manera controlada. »