- Esta afirmación de Martin Enserik, más actual que nunca, ha sido el eje del ciclo organizado por la Real Academia de Veterinaria y el Instituto Tomás Pascual Sanz sobre seguridad e higiene de los alimentos
- Papel clave del veterinario para garantizar la seguridad alimentaria en estrecha colaboración con la medicina
Completar la formación de los veterinarios y de los profesionales de la industria alimentaria es uno de los objetivos del acuerdo firmado entre el Instituto Tomás Pascual Sanz y la Real Academia de Veterinaria, cuya primera actividad se ha celebrado la tercera semana de mayo. En las jornadas han participado personalidades de la Universidad Complutense, el CSIC, el Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón, el Foro Interalimentario y el Ayuntamiento de Madrid.
En torno a un 60% de las enfermedades humanas transmisibles provienen de los animales, y tres de cada cuatro enfermedades emergentes son transmitidas por éstos. Por eso, la máxima veterinaria “la salud del ganado es la salud del pueblo” traduce la necesidad de un control exhaustivo sobre los riesgos y beneficios que, desde su origen hasta su transformación, sufre todo producto que llega al consumidor.
Los problemas de salud pública, que van desde los provocados, por ejemplo, por posibles parásitos como el anisakis de los pescados, o por procesos industriales, como el tratamiento térmico que puede producir sustancias nocivas, hacen esencial adoptar medidas preventivas. «Evaluamos el riesgo-beneficio de los procesos promoviendo lo saludable y mitigando lo tóxico, que no siempre es externo a la sustancia, sino que está implícito en su tratamiento”, explicó el investigador del CSIC Francisco J. Morales.
No existe el riesgo cero
Para Gregorio Varela, Catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad CEU San Pablo, “no existe el riesgo cero y tampoco el beneficio cien, por lo que en el equilibrio está la clave del éxito”. Una balanza que se aplica de igual manera a los hábitos nutricionales:“Tras la consideración de las excelencias de la dieta mediterránea, el vegetarianismo parecía una mala práctica alimenticia. Hoy sabemos que un excesivo consumo de aceite de oliva no es beneficioso, y que la dieta vegetariana reduce el riesgo de enfermedades crónicas degenerativas”.
Las nuevas sustancias resultantes del procesado de los alimentos ,como fermentación, congelación o deshidratación, la interacción entre los productos y sus envases, y hasta la calidad de los piensos de los animales, tienen una repercusión directa en la cadena alimentaria. Por ello, según la OMS, sobre los alimentos debe haber: control veterinario y médico, educación higiénico-sanitaria de la población, y control y mejora de las redes de saneamiento. “Para conseguirlo, es fundamental la colaboración entre dos colectivos: el médico y el veterinario, porque sólo así podremos erradicar las consecuencias de esa barrera inexistente entre nuestras enfermedades y las de los animales”, explicaron expertos del Instituto Tomás Pascual Sanz para la Nutrición y la Salud.
Real Academia de Ciencias Veterinarias
La Academia de Ciencias Veterinarias de Madrid, que tuvo su primera sesión el 10 de junio de 1975, culmina más de un siglo de iniciativas de la profesión para conseguir un organismo de este rango. Reconocida como tal por el Ministerio de Educación y Ciencia en abril de 1985, el Rey Don Juan Carlos I le autorizó el uso del título de Real, convirtiéndose, en consecuencia, en Real Academia de Ciencias Veterinarias. En 1990, fue acordada su incorporación como Academia Asociada al Instituto de España.
Entre otros, son fines de la Real Academia de Ciencias Veterinarias: contribuir al fomento y desarrollo de las Ciencias Veterinarias; actuar como entidad científica y consultiva para la coordinación profesional, y con la Administración; organizar reuniones científicas y emitir informes; establecer criterios e interpretaciones de carácter científico, técnico, sanitario, docente o de información ante problemas de competencia veterinaria de la sociedad española; y establecer e impulsar colaboraciones con entidades análogas nacionales y extranjeras.
Instituto Tomás Pascual Sanz para la Nutrición y la Salud
El Instituto Tomás Pascual Sanz para la Nutrición y la Salud es una entidad sin ánimo de lucro creada para promover la investigación y la formación en el ámbito de la salud y la nutrición. Entre otros, son objetivos del Instituto Tomás Pascual Sanz la investigación clínica, la colaboración con la administración en programas nutricionales, la convocatoria de becas de investigación científica, a través de acuerdos con distintas universidades y la promoción de estudios de Gestión Medioambiental.