- Este tipo de alimentación constituye una alternativa a la alimentación convencional, en la que los alimentos sufren una desnaturalización progresiva que hace peligrar la salud de los consumidores.
El médico Interactivo, 24 de Mayo de 2008
Un estudio europeo ha confirmado que los alimentos producidos ecológicamente contienen una mayor concentración de antioxidantes y un mayor contenido de minerales y vitaminas, por lo que se puede afirmar que son «más nutritivos, sabrosos y seguros y preservan la biodiversidad y el medio ambiente».
El estudio, financiado con 18 millones de euros por la Unión Europea, fue presentado por el doctor en Microbiología y profesor de la Universidad de Newcastle, Carlo Leifert. Se trata de la mayor investigación realizada en este campo, en el marco del proyecto QLIF, que integra a un total de 15 países.
Esta investigación ha incluido toda la cadena de los productos alimenticios para productos protegidos (tomates), verduras cultivadas al aire libre (lechuga, cebolla, patatas, zanahorias, col), frutas (manzanas), cereales (trigo), carne de cerdo, productos lácteos y aves de corral.
Este estudio señala que las cuestiones que más preocupan a los consumidores y que decantan el consumo ecológico son la presencia de organismos genéticamente modificados, la presencia de pesticidas y antibióticos, y las intoxicaciones por alimentos.
La producción ecológica reduce significativamente los problemas medioambientales causados por el cultivo convencional. Asimismo, los alimentos ecológicos de origen vegetal han destacado por presentar mayor contenido en materia seca, minerales, vitaminas, proteínas e hidratos de carbono, según se desprende del estudio.
Asimismo, el informe subraya que se ha encontrado mayor concentración de sustancias antioxidantes, tanto en frutas y verduras ecológicas como en la orina de personas cuya dieta se basaba en alimentos ecológicos.
Los resultados correspondientes a la leche y productos lácteos ecológicos indican mayor contenido en vitaminas A y E, y mayor proporción de ácidos grasos poliinsaturados, que los obtenidos por métodos convencionales. Los incrementos a favor del alimento ecológico varían entre un 40 por ciento y un 80 por ciento, dependiendo del nutriente y del alimento.