La SEEDO ve necesario crear Unidades Funcionales de Obesidad en Atención Especializada

  • Esta Sociedad Científica ha clausurado su VIII Congreso con la difusión de la «Declaración de Zaragoza», que recoge las necesidades básicas que ha de recoger la estrategia nacional contra la obesidad

El medico Interactivo, 29 de Octubre de 2007

El Congreso de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) ha sido clausurado con la aprobación y difusión de la denominada «Declaración de Zaragoza», un decálogo que recoge recomendaciones, demandas y necesidades básicas que deben vertebrar una estrategia nacional para «luchar de forma más eficaz y precoz contra la obesidad», tal como ha afirmado el doctor Basilio Moreno, presidente de esta sociedad científica.

Como ha destacado el doctor Moreno, endrocrinólogo del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, «la Declaración de Zaragoza es un documento ampliamente debatido, reflexionado y requerido; era una necesidad contar con un manifiesto de estas características, que nos permitiese dar un paso más en la lucha contra la obesidad».

En concreto, este documento es un intento institucional de la SEEDO de proponer a otras Sociedades Científicas afines, a la Administración central y a las Comunidades Autónomas una serie de puntos fundamentales sobre la obesidad. Entre los ejes argumentales de este decálogo, se subraya la necesidad de concienciar a todos que la obesidad es una enfermedad crónica, de gran prevalencia e incidencia creciente, «por lo que este proceso debe incorporarse a la cartera de servicios de Atención Primaria y Especializada», tal como ha señalado el doctor Basilio Moreno. En este sentido, se apunta también la necesidad de crear Unidades Funcionales de Obesidad en Atención Especializada.

Por otro lado, se pone el acento en potenciar la detección sistemática del exceso de peso en la población atendida, dotando a las consultas de las herramientas mínimas imprescindibles.

En materia de prevención, según reconoce el presidente saliente de la SEEDO, «se ha avanzado mucho, pero hay que hacer algo más, siendo preciso mejorar la prevención de la obesidad en la infancia y la adolescencia y, de la misma forma, en otros grupos de riesgo (como las personas inmersas en un proceso de deshabituación tabáquica, mujeres en menopausia o en lactancia,…)»

Financiación

Con todo, el capítulo más controvertido que se plantea en este decálogo es el de la necesaria financiación de los fármacos y las dietas-fórmula para el tratamiento de la obesidad que hayan probado suficientemente sus beneficios. En palabras del doctor Moreno, «los pacientes obesos están discriminados y, pese a su alta morbimortalidad, no disfrutan de tratamientos gratuitos que han probado sobradamente su eficacia»; tal y como añade, «este es un agravio comparativo respecto a otros enfermos, como los diabéticos o los hipertensos».

Respecto a los costes que se pueden derivar de esta medida, desde SEEDO se reconoce que no es posible cuantificar el gasto que supondría, pero lo que resulta claro es que los beneficios, incluso a corto plazo, son muy superiores a los costes; sin duda, la relación coste/beneficio de este tipo de tratamientos es excelente, ya que se evitarían muchas consultas, complicaciones, hospitalizaciones, muertes anticipadas,…”, tal como ha destacado el doctor Moreno.

Para la SEEDO, ha llegado el momento de reivindicar acciones enérgicas en el abordaje de la obesidad, «ya que esta es la única forma de conseguir resultados positivos en una batalla que está perdida actualmente». Por eso, asegura su presidente, «además de ofrecer a nuestros pacientes consejos dietéticos, modificaciones en sus hábitos de vida y aumento de la actividad física, hay que poner a su disposición otras estrategias terapéuticas de probada eficacia».