Descubren un mecanismo metabólico que podría ser clave en el tratamiento de la obesidad

El médico interactivo, 7 de Junio de 2007

Investigadores de la Universidad de Texas Southwestern en Dallas (Estados Unidos) han descubierto un mecanismo metabólico que podría ser clave para el tratamiento de la obesidad. La investigación, realizada en un modelo de laboratorio, se publica en la edición digital de la revista Cell Metabolism,

Según los investigadores, la hormona denominada factor de crecimiento de fibroblastos 21 (FGF21) se libera en individuos hambrientos mediante un receptor celular específico que controla el uso de la grasa como energía. La liberación de FGF21 desencadena un cambio metabólico para quemar las grasas almacenadas en vez de los carbohidratos e induce a un estado similar a la hibernación en el que disminuye la temperatura corporal y la actividad física. Todos estos procesos tienen como objetivo promover la supervivencia del individuo.

Para su trabajo los investigadores se centraron en el estudio de un receptor nuclear, una proteína que activa y desactiva los genes del organismo, llamado receptor alfa activado por el peroxisoma-proliferador, o PPAR-alpha, que controla el uso de la grasa como energía. Los individuos hambrientos sin el PPAR-alpha se vuelven hipoglucémicos y mueren de forma rápida.

Al analizar el impacto molecular de PPAR-alpha en los animales objeto del estudio, los investigadores descubrieron que la proteína estimula la producción de FGF21, uno de los integrantes de la familia hormonal que disminuye los niveles de glucosa en los individuos obesos y diabéticos.

Según explica Steven Kliewer, autor principal del estudio, «cuando se proporciona esta hormona, el metabolismo se comporta como si estuvieran hambrientos, incluso después de que hubieran estado comiendo poco antes».
Kliewer está interesado en comprender cómo FGF21 afecta a procesos como la reducción de la presión sanguínea, el colesterol y los niveles de glucosa en sangre, aspectos que se consiguen con un consumo limitado de alimentos.
Según el investigador, dado que PPAR-alpha es ya un receptor utilizado como diana para fármacos que promueven las lipoproteínas de alta densidad (HDL), y reduce la cantidad de grasas de la sangre, este mecanismo podría conducir a una nueva clase de fármacos que afecte a muchos trastornos humanos.