El medico interactivo, 14 de Septiembre de 2006
Un componente de las algas marinas marrones, el fucoxanthin, consigue provocar pérdida de peso reduciendo la acumulación de grasa en el organismo, según las conclusiones de un estudio realizado en un modelo experimental por investigadores de la Universidad de Hokkaido (Japón) presentado en San Francisco (Estados Unidos) en el marco del 232º Congreso Nacional de la Sociedad Química Americana.
En concreto, este componente del alga marrón, una planta muy utilizada en sopas y ensaladas en los países asiáticos, consiguió una reducción de peso del 5 al 10 por ciento en los animales que participaron en la investigación. Los autores consideran que la sustancia podría convertirse en un extracto natural o formar parte de medicamentos para luchar contra la obesidad.
El fucoxanthin es precisamente el pigmento que da a las algas marrones su color característico, así como el elemento que favorece el proceso de fotosíntesis. Se encuentra en altas concentraciones en varios tipos de algas marinas marrones, incluyendo una que se utiliza habitualmente en la elaboración de la tradicional sopa miso japonesa. No obstante, el fucoxanthin no se encuentra en la misma proporción en las algas marinas verdes y rojas, también utilizadas en la gastronomía asiática.
La especie de alga sobre la que se ha realizado el estudio es la ‘Undaria pinnatifida’, un tipo de alga ‘kelp’ también conocida como ‘wakame’, que es muy consumida en Japón. Los científicos señalan que las praderas de este tipo de algas ocupan grandes extensiones a lo largo de la costa de California (Estados Unidos), y señalan que pueden convertirse en un negocio muy lucrativo en el caso de que finalmente el fucoxanthin pueda formar parte de los medicamentos contra la obesidad.
«Esperamos que nuestro estudio ayude a reducir la obesidad en Estados Unidos y en cualquier otro lugar», explica el principal investigador, el doctor Kazuo Miyashita.
El investigador señala que, según su trabajo, realizado sobre unos 200 animales, el componente trabaja estimulando la generación de una proteína, la UCP1, que estimula la oxidación y la conversión de grasa en energía. Esta proteína se halla localizada en el tejido graso que rodea los órganos internos, por lo que el compuesto podría ser particularmente efectivo a la hora de luchar contra los depósitos de grasa en el abdomen, indica el experto, que destaca que es la primera vez que se demuestra que un compuesto natural reduce la grasa actuando en la UCP1.
Por otro lado, el fucoxanthin parece estimular al hígado a producir un compuesto denominado DHA, un tipo de ácido graso Omega-3 que reduce el LDLc, que a su vez contribuye a la obesidad y la enfermedad cardiovascular. A diferencia de los aceites de pescado, que también cumplen con la misma función, este componente de las algas no huele mal, destaca el científico nipón, que concluye señalando que tampoco se le conocen efectos secundarios.