El medico interactivo, 3 de Julio de 2003
El Parlamento Europeo ha aprobado estrictos reglamentos sobre organismos genéticamente modificados (OGM) que obligan a etiquetar los alimentos transgénicos y abren la puerta a nuevos productos a partir del 2004. La decisión última será de los gobiernos de los Quince, según recoge el diario EL MUNDO.
El texto aprobado señala que en la lista de ingredientes o en la etiqueta figure la mención ‘modificado genéticamente’ o ‘producido a partir de (…) modificado genéticamente’, en caracteres del mismo tamaño que la de los ingredientes.
La nueva norma prevé que la autorización para importar y comercializar OGM en la UE requiera un dictamen científico sobre el nuevo producto a cargo de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria. Posteriormente, la Comisión Europea elevará, sobre la base de este dictamen, una propuesta de decisión a los Estados miembros, que decidirán si admiten o no el nuevo producto por mayoría cualificada. Las licencias tendrán una validez de 10 años.
La votación sirvió para rechazar la lectura restrictiva que ha propuesto la comisión parlamentaria de Medio Ambiente ya que, por ejemplo, acepta la petición del Consejo de establecer en un 0,9 por ciento el umbral mínimo para notificar la presencia de un transgénico. Además, el texto fija un máximo de 0,5 por ciento para la presencia de OGM no autorizados durante un período transitorio de tres años.
El pleno de la Eurocámara incluyó una enmienda en la que se afirma la necesidad de tener un registro central con las informaciones de la secuenciación y material de referencia de cada uno de los transgénicos.
La aprobación de los Quince
De hecho, aunque se espera que éste haya sido el último filtro comunitario, serán los gobiernos de la UE los que deberán aprobar definitivamente los dos reglamentos y el fin de la moratoria. España, Reino Unido, Holanda, Irlanda, Finlandia y Suecia ya pidieron el pasado mes de mayo el fin del embargo, pero el resto de Estados miembros querían un «marco comunitario» más rígido del actual, una demanda que quizá pueda verse satisfecha con los cambios aprobados por la Eurocámara.
En la actualidad, había dieciocho productos con OGMs que estaban a la venta desde 1998 en el mercado europeo (distintas variedades de maíz, colza, soja, tabaco, endivia, algodón, remolacha azucarera, patatas, flores, achicoria y varios tipos de aceites).
Todos estos OGMs podrán seguir comercializándose aunque sus propietarios tendrán que presentar un nuevo informe de evaluación de riesgos. En España, hasta el momento, se han cultivado 35.000 hectáreas de distintos transgénicos de maíz.
Disputa entre EEUU y Europa
La decisión última dependerá de los Quince, que hasta ahora han estado divididos sobre esta cuestión, mientras capeaban las amenazas y las presiones de Estados Unidos.
En los últimos años, la UE ha criticado a Estados Unidos por utilizar alimentos transgénicos sin control y entregarlos a países en vías de desarrollo, sobretodo africanos.
Por su parte, EEUU ha explicado que los productos con alteraciones genéticas son estrictamente controlados y no tienen efectos dañinos para la salud. La organización ecologista Greenpeace ha señalado que los análisis sobre transgénicos en Estados Unidos no determinan suficientemente los efectos de ciertos metabolitos que podrían causar graves problemas para la salud.
Por su parte, el comisario de Sanidad y Protección al Consumidor, David Byrne, ha explicado que el reglamento aprobado por el Parlamento Europeo dota a la UE del «sistema de autorización previa de transgénicos más riguroso del mundo».