Bayersalud, 9 de Junio de 2003
La relación obesidad-cáncer es un fenómeno sospechado desde hace tiempo y, a día de hoy, «se puede afirmar que, dentro de las morbilidades asociadas a la obesidad, su influencia en el padecimiento de determinado tipo de neoplasias, es un hecho». Así lo aseguró el doctor Manuel Gargallo, médico especialista de Endocrinología y Nutrición del Hospital Virgen de la Torre y Gregorio Marañón de Madrid. Según este facultativo, «los estudios desarrollados en este terreno han demostrado que la obesidad grave (índice de masa corporal superior a 40) incrementa el riesgo de muerte oncológica un 52% en varones y un 62% en mujeres, respecto a personas de peso normal».
Un informe de la Sociedad Americana del Cáncer publicado en el número de abril de The New England Journal of Medicine subraya que una significativa proporción de muertes por cáncer es debida al sobrepeso y a la obesidad. Concretamente, responsabilizan al exceso de peso de hasta el 14% de las muertes por cáncer de varones y del 20% entre las mujeres, datos que en la población estadounidense se traducen en 90.000 fallecimientos anuales. La investigación, de 16 años de duración, llevó a cabo el seguimiento de más de 900.000 adultos estadounidenses que no padecían cáncer al inicio del estudio (1982). Comparadas con las personas de peso normal, se comprobó que aquellas que presentaban un índice de masa corporal elevado se enfrentaban a un riesgo significativamente superior de morir a causa de cáncer. En ambos sexos, la obesidad y el sobrepeso, según los resultados, incrementan el riesgo de muerte por cáncer de esófago, colorrectal, de hígado, vesícula biliar, páncreas, riñón, linfoma no hodgkiniano y mieloma múltiple.
Los tumores más frecuentes en los obesos
Los estudios hasta ahora desarrollados dejan clara una mayor incidencia de unos determinados tipos de cáncer en los obesos, que son de distinto tipo según si el paciente es hombre, o mujer.
En el caso de las mujeres, «parece que la relación obesidad-cáncer presenta un origen ginecológico. Los factores hormonales tienen especial importancia, ya que está claro y demostrado que las mujeres obesas tienen un perfil hormonal diferente al de las no obesas. Muchas de las primeras tienen unos niveles de estrógenos superiores, lo que podría favorecer el desarrollo de cáncer de mama, o de útero. De hecho, una de las terapias que se aplica a las mujeres que padecen cáncer de mama es la supresión de los estrógenos mediante medidas farmacológicas», explicó el doctor Gargallo. «Los estudios realizados, continuó este experto, han encontrado, además, una relación entre la aparición de cáncer de mama y la distribución de la grasa. Los autores asocian la obesidad abdominal con un mayor riesgo de padecer este tipo de cáncer».