Recomendaciones para la higiene y conservación de los alimentos

Ya has hecho la compra sí, pero al llegar a casa… debes seguir unas sencillas normas de higiene y conservación, para evitar que microorganismos que existen en el entorno contaminen los alimentos y produzcan enfermedades que pueden llegar a ser graves, especialmente en niños, embarazadas, ancianos y personas enfermas.

Estas son las normas básicas a seguir para mantener la higiene de los alimentos y evitar que se contaminen:

LIMPIEZA: para impedir la propagación de los microorganismos a través de los utensilios y las superficies usadas durante la preparación y el almacenamiento de los alimentos.

Medidas para combatir los microbios:

  • Lavar las manos: con agua caliente y jabón antes de preparar los alimentos y después de usar el baño o tocar animales domésticos.
  • Limpiar con agua caliente y jabón las superficies y los utensilios que contacten con los alimentos antes y después de usarlos.
  • Lavar los alimentos que se vayan a consumir crudos (verduras y frutas que se coman con piel). Se puede añadir al agua usada para lavar las verduras tres o cuatro gotas de lejía especial para desinfectar alimentos.
  • Mantener siempre limpio el frigorífico.

SEPARACIÓN DE ALIMENTOS CRUDOS Y COCINADOS: Para evitar la contaminación cruzada, que se produce cuando se propagan microorganismos de un producto alimenticio a otro.

Medidas para combatir la contaminación:

  • Colocar en el frigorífico los alimentos frescos (carnes, pescados, verduras) separados de los que están ya preparados para su conservación.
  • No usar los mismos utensilios (platos, tablas de cortar, cubiertos…) para alimentos cocinados y crudos.

COCCIÓN DE LOS ALIMENTOS:
Al cocer freír o calentar, se eliminan los microorganismos presentes en los alimentos que pueden producir enfermedades.

Tener en cuenta que…

  • Si se usa el microondas para cocinar o calentar alimentos, hay que cubrirlos para impedir que queden zonas frías donde puedan sobrevivir los microorganismos.
  • Hervir las salsas, sopas o sobras de alimentos cuando se recalienten para consumirlos.

REFRIGERACIÓN Y COCCIÓN DE LOS ALIMENTOS:
Si se realiza inmediatamente después de su compra o preparación, las temperaturas bajas evitan que crezcan y se multipliquen los microorganismos que puedan estar presentes en ellos.

Sigue los siguientes pasos…

  • Refrigerar o congelar los alimentos perecederos, los ya preparados para consumir y las sobras de alimentos que se vayan a reutilizaar en un período máximo de 2 horas.
  • No descongelar los alimentos a temperatura ambiente, se deben descongelar en el frigorífico o en el microondas.
  • Cuando se descongele un producto se debe cocinar lo antes posible y nunca se debe volver a congelar un alimento que se haya descongelado previamente.
  • No llenar demasiado el frigorífico, para permitir una circulación apropiada de aire frío que mantenga los alimentos en buen estado de conservación.