ALAIN AFFLELOU, cumpliendo con sus objetivos de mejorar la calidad de la visión en la vida diaria y de emprender acciones de sensibilización para prevenir problemas oculares, propone un decálogo con consejos que, con motivo del Día del Libro, ayudarán a mantener una correcta salud visual y disfrutar al máximo del placer de la lectura.
- Asegúrate de que tienes la luz apropiada. Opta mejor por una iluminación lateral y evita los reflejos.
- Debemos guardar una distancia mínima con el libro. Lo habitual es que sea la misma medida del antebrazo. Si utilizas un e-book, mantenlo a unos 35-40 cm de distancia de los ojos.
- Recuerda que es necesario parpadear. Debido a la concentración, solemos hacerlo mucho menos de lo normal. Haz descansos cada cierto tiempo para evitar sequedad o mala calidad de la visión.
- Si utilizas lentes de contacto, a la hora de leer el ritmo de parpadeo disminuye aún más, y la sensación de sequedad y la molestia se incrementan. Parpadea con mayor frecuencia y si aún así notas que tienes los ojos secos, también puedes recurrir a lágrimas artificiales.
- Los libros electrónicos permiten ajustar el brillo y contraste de la pantalla para adaptarlo al entorno de lectura, mejorando así la visualización del texto.
- Elige el tamaño de la letra así como la tipografía adecuada si se trata de un e-book. El ojo agradece leer textos con una única tipografía y un mismo cuerpo de letra.
- Los trastornos relacionados con el Síndrome de Fatiga Visual son provocados por trabajar reiteradamente a la misma distancia y realizar las mismas actividades musculares. Para descansar los ojos, alterna la visión entre un objeto cercano y otro lejano.
- No olvides someterte a una revisión visual anual para la prevención y control de problemas visuales. Una visión correcta te permitirá disfrutar mucho más de la lectura.
- Asegúrate de que tu hijo ve bien. Observa posibles síntomas que indican que puede existir un problema ocular: si se acerca mucho a los libros, inclina el cuello cuando lee o se frota los ojos con frecuencia.
- La primera revisión ocular infantil se recomienda que se realice con 5 años, puesto que a esa edad el niño generalmente ya colabora en la toma de agudeza visual de forma fiable.