Todos y cada uno de los beneficios del café… para tu salud

El café no es sólo una exquisita bebida que nos embriaga y estimula los sentidos… con su aroma y sabor inconfundible. Es mucho más porque tiene propiedades para nuestra salud muy importantes que ofrecernos. Por tanto su consumo, con moderación, puede ser más beneficioso de lo que creíamos. Veamos:

Café… y mejora de atención

Nuestro actual estilo de vida requiere cierto grado de atención y concentración psíquica que pueden ser reforzadas por productos naturales como el café. De hecho, además de su agradable aroma y su sabor, uno de los principales motivos por los que la gente consume café es por su capacidad estimulante, ya que tiene efectos beneficiosos en el grado de atención y concentración mental y ayuda a combatir la somnolencia matinal o la que se produce después de las comidas. Lo que le hace aliado en numerosas ocasiones: cuando no hemos dormido lo suficiente, en época de exámenes para estudiar más, en trabajos nocturnos, viajes…

Efectos de la cafeína en el sistema nervioso central

La cafeína es el principal componente activo del café y sus efectos en el sistema nervioso central han sido ampliamente estudiados, tanto a nivel de experimentación animal como humana.

Se sabe que la cafeína mejora la concentración y aumenta el nivel de alerta y el rendimiento intelectual. Un hecho importante por su potencial terapéutico es que el consumo de cafeína produce más efectos beneficiosos sobre la capacidad de atención y la memoria cuando éstas presentan alteraciones o disfunciones. Así, la cafeína tiene un mayor efecto positivo sobre la cognición en aquellas personas que están sometidas a estrés, fatiga o falta de sueño. Por ello, se han observado importantes efectos en individuos ancianos que presentan alteraciones cognitivas asociadas a la edad.

Café y… conducción

La mejora que la capacidad de atención y concentración experimentan tras la ingesta de café hace que su consumo pueda ayudarnos a desempeñar con mayor eficacia y facilidad acciones cotidianas de nuestra vida diaria como la conducción de vehículos, sobre todo la nocturna.

Existen numerosos estudios sobre los beneficios del café en la conducción. Un estudio del año 2006 realizado en condiciones reales de conducción nocturna en una autopista durante 200 km concluyó que una sola taza de café, en comparación con la ingesta de un café descafeinado o un sueño de 30 minutos, produjo menor somnolencia, estado de fatiga y menos errores en la conducción.

Café y… rendimiento intelectual

Diversos ensayos clínicos han demostrados que los estudiantes universitarios que ingieren café antes de una clase refieren una mayor concentración y alerta durante la misma.

Una de las disfunciones psiconeurológicas más conocidas del desarrollo infantil y juvenil es el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Diversos estudios epidemiológicos han señalado que la incidencia de TDAH es menor en países con mayor consumo promedio de café y otras bebidas con cafeína.

Desde el punto de vista práctico y cotidiano es importante tener en cuenta la interacción de la cafeína con otras substancias. Concretamente, se ha comprobado que el alcohol disminuye los efectos de la cafeína sobre la mejora de la atención, de manera que los sujetos que ingieren ambas substancias tienen un menor rendimiento neuropsicológico.

Café y… salud mental

Las enfermedades neurodegenerativas son las más prevalentes en las sociedades occidentales, en las que la esperanza de vida ha aumentado considerablemente. En la actualidad se sabe que en lo relativo a neurodegeneración hay factores genéticos que predisponen, pero también que hay factores ambientales que pueden ayudar a que el proceso de degeneración sea más rápido o más lento. Según recientes líneas de investigación, entre los factores ambientales que pueden retrasar o acelerar la neurodegeneración podría encontrarse la alimentación. En este sentido, los efectos beneficiosos del café en la prevención de la neurodegeneración parecen claros.

Café y… Parkinson

Estudios epidemiológicos diversos han encontrado una relación inversa entre el consumo de café y el riesgo de desarrollar Parkinson. Unos de los más relevantes es el Honolulu-Asia Aging Project (Abbott et al., 2003), que se realizó en Hawai para determinar hábitos de vida que condujeran a problemas cardiovasculares. Los autores observaron menor incidencia de Parkinson en bebedores habituales de café.

Dada la posibilidad de comparar personas que toman café con las que toman café descafeinado, se sabe que los efectos beneficiosos del café en la prevención de esta enfermedad se deben fundamentalmente a la acción de la cafeína.

Aunque aún no se conocen con certeza las razones por las que la cafeína podría tener este efecto protector frente a la enfermedad de Parkinson, sí se sabe que su efecto preventivo se debe al bloqueo de los receptores de adenosina. La cafeína actúa como una antagonista de los receptores de adenosina, especialmente de A1 y A2A, y, por mecanismos que aún son desconocidos, este bloqueo es beneficioso para frenar la neurodegeneración, retrasando su inicio y/o ralentizando el ritmo de la misma.

Sin embargo, una vez que la enfermedad se ha manifestado las monoterapias con cafeína no parecen tener efectos beneficiosos.

Café y… Alzheimer

Las evidencias científicas también relacionan el consumo de café con una menor incidencia de esta patología neurodegenerativa que afecta a la memoria.

Un reciente estudio epidemiológico de gran envergadura por el número de personas seguidas y el número de variables analizadas (Eskelinen et al., 2009) concluyó tras ajustar los datos según el estilo de vida, los factores demográficos, los factores vasculares y el allelo apo E4 (que predispone a padecer Alzheimer), que las personas que tomaban café de manera habitual tuvieron menos riesgo de padecer la enfermedad. Asimismo, se demostró que el menor riesgo, con una reducción del 65% en la incidencia de la patología, se asociaba a personas que tomaban entre 3 y 5 tazas al día.

El hecho de que los antagonistas de adenosina, como la cafeína, sean efectivos para prevenir déficits de memoria hace pensar que el consumo de café podría mejorar la situación patológica que afecta la memoria en pacientes de Alzheimer. Los estos estudios que relacionan el consumo de café/cafeína con la prevención del Alzheimer se complementan con datos que indican que las metilxantinas antagonistas de los receptores de adenosina pueden ser eficaces en la terapia de la enfermedad.

El efecto de la cafeína sobre la cognición es moderado en condiciones normales, pero es significativo cuando las capacidades están disminuidas por alguna patología. Según ha quedado demostrado en diversos estudios científicos, la cafeína podría actuar como un normalizador cognitivo que proporciona efectos beneficiosos en la restauración de las capacidades memorísticas perdidas o disminuidas.

Café y… diabetes mellitus

La mayoría de los estudios epidemiológicos realizados sobre el consumo de café y el riesgo de diabetes señalan que un consumo moderado y regular podría reducir el riesgo de diabetes tipo II (diabetes mellitus) y mejorar los indicadores del metabolismo de la glucosa.

Según se desprende de los trabajos realizados, el efecto protector del café frente a la diabetes parece deberse a otros componentes del café distintos de la cafeína. Un reciente metaanálisis en el que se incluyeron los datos de 18 estudios (Huxley et al., 2009) observó una relación inversa entre el consumo de café y el riesgo de diabetes, de forma que cada taza adicional de café al día se asociaba a una reducción de un 7% en el riesgo de padecer la enfermedad. En 6 de estos estudios se evaluaba, además, la relación entre café descafeinado y diabetes. Los autores también observaron un efecto protector en el caso de consumo de café descafeinado.

Algunas evidencias científicas sugieren que la disminución del riesgo de diabetes podría deberse a un posible efecto sobre el peso corporal, ya que la incidencia de esta enfermedad se relaciona, entre otros factores, con el grado de obesidad y el consumo habitual de café podría asociarse inversamente con la ganancia de peso.

Consumo de café en pacientes con diabetes

Algunas investigaciones sugieren incluso que el consumo de café podría mejorar el control metabólico en pacientes con diabetes. En un estudio publicado recientemente en el que se han estudiado 7.170 mujeres con diabetes el consumo de café descafeinado se asociaba con un mejor control metabólico reflejado por un nivel más bajo de HbA1c, que es el mejor parámetro de control de la diabetes.

El consumo habitual de café parece estar relacionado con concentraciones más altas de adiponectina (una hormona producida por el tejido adiposo que disminuye la resistencia a la insulina), tanto en personas diabéticas como en no diabéticos. Este podría ser el mecanismo por el que el café es beneficioso incluso para los pacientes diabéticos.

Café y… peso corporal

Estudios científicos demuestran que tras la ingesta de cafeína se produce un aumento de la tasa metabólica y de la termogénesis, es decir, un aumento del consumo de calorías, lo que puede redundar en la disminución del peso corporal.

Asimismo, se han realizado estudios clínicos randomizados en los que se ha concluido que la combinación de cafeína y efedrina tiene una relativa, aunque modesta, eficacia para la pérdida de peso a corto plazo.

La acción de la cafeína parece aumentar, además de la termogénesis, la oxidación grasa, es decir, la utilización lípidica, aunque con variabilidad entre individuos.

Pero al margen de la acción de la cafeína, las evidencias científicas cada vez implican más componentes del café en los posibles efectos beneficiosos sobre el control de peso y la grasa corporal. Una revisión de Greenberg et al., (2005) sugiere que es posible que tanto la cafeína como los otros constituyentes del café del tipo del ácido clorogénico y los ácidos quínicos estén involucrados en ello. No obstante, los mecanismos específicos por los cuales la cafeína u otros componentes del café inducen estos efectos no están del todo claros.

Otro mecanismo por el que el café podría contribuir a disminuir el peso es a través de un efecto en la sensación de saciedad. Es posible que la cafeína u otros componentes del café puedan aumentar esta sensación y, por lo tanto, el consumo continuado de cafeína y/o café puede ayudar a perder peso. Diferentes estudios científicos observaron mayor sensación de saciedad y menor concentración de leptina (hormona de la saciedad) en personas que ingerían cafeína de forma habitual.

El efecto prebiótico del café también puede ser un factor a tener es cuenta. Los carbohidratos no digeribles del café ejercen un efecto de fibra dietética que modifica positivamente la flora o bacterias intestinales y los productos metabólicos de dichas bacterias. Existen cada vez más estudios en los que se menciona que un tipo u otro de “microbiota”, o conjunto de bacterias intestinales, pueden actuar como reguladores del metabolismo energético y del control de la ingesta.

Café y… mayor rendimiento deportivo

El café es una bebida aceptada y muy consumida por la población deportista porque produce sensación de bienestar, mejora el estado general, aumenta la capacidad de alerta y la predisposición a la hora de iniciar la actividad física.

Durante los últimos años se han realizado múltiples estudios para tratar de determinar cómo es el mecanismo de acción de la cafeína y los otros componentes del café en el ejercicio físico, principalmente en deportes de resistencia o larga duración, como carreras tipo maratón o ciclismo. Parece ser que la cafeína también puede mejorar la velocidad y la potencia en esfuerzos más cortos pero más intensos, aunque existen menos estudios al respecto y es más complicado valorar los resultados. Lo mismo ocurre en deportes mixtos, de equipo o en deportes de raqueta. En lo que se refiere a la fuerza, la cafeína no parece aumentar la capacidad o fuerza máxima, pero sí que podría mejorar la resistencia a la fatiga.

Desde el 1 de enero de 2004 los deportistas profesionales ya pueden tomar café antes de las competiciones sin miedo a que puedan sancionarles, ya que la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) ha excluido la cafeína de sus substancias prohibidas.

La cafeína está actualmente clasificada por el Comité Olímpico Internacional (COI) como una sustancia de uso restringido a 12 mg/l de excreción urinaria, por lo que una dosis de 5 mg/kg de peso corporal estaría dentro de los límites aceptados por el COI. Una dosis recomendable y permitida para un peso de 59 kg, por ejemplo, sería de 295 mg de cafeína, es decir, la misma cantidad que sugiere como segura la Food and Drug Administration de Estados Unidos.

Efecto ergogénico de la cafeína

La mejora en el rendimiento deportivo asociada al café podría estar relacionada con el bloqueo de los receptores de adenosina que produce la cafeína, actuando como responsable de sus efectos sobre el sistema nervioso y la menor fatiga.

Pero el efecto ergogénico de la cafeína se lleva a cabo también a otros niveles, como la broncodilatación y posible mejora de la capacidad respiratoria. Además, sobre el músculo esquelético produce un aumento de la capacidad contráctil muscular al incrementar el transporte de calcio en la membrana.

Acción lipolítica de la cafeína

El ejercicio físico de carácter aeróbico es “lipolítico” o movilizador de grasa y la cafeína parece potenciar este efecto. Se ha observado que tras el consumo del equivalente de unas dos tazas de café en un espacio de tiempo de unos 60-90 minutos se aprecia en la sangre un incremento significativo de grasa circulante en forma de los llamados ácidos grasos libres (AGL), que pueden ser oxidados y utilizados en el músculo esquelético durante el ejercicio físico.

Sin embargo, esto no siempre supone que se vayan a utilizar más estos ácidos grasos libres. Dependiendo de factores individuales, como el grado de entrenamiento, el tipo de esfuerzo o la dieta previa, unos individuos oxidan y utilizan más porcentaje de grasa que otros. Por ejemplo, si la cafeína es consumida antes del ejercicio acompañada de alimentos de “alto índice glucémico” (como cuando se consume en forma de bebidas edulcoradas) es difícil conseguir la movilización de los ácidos grasos del tejido adiposo, ya que la insulina que producen inhibe la movilización de los depósitos de grasa.

Por otro lado, el consumo de cafeína posterior al esfuerzo puede ayudar a una reposición más rápida y eficaz del glucógeno muscular, lo que es beneficioso de cara a la recuperación óptima del músculo tras el esfuerzo.

Otros efectos del consumo de café en el deporte

Al margen del efecto de la cafeína, consumida mediante la ingesta de café u otra bebida o de forma aislada, es interesante conocer los efectos que los otros componentes del café pueden tener, ya que algunos de ellos actúan como antioxidantes, muy importantes en el contexto de la dieta global. El control de los radicales libres, y en definitiva del estrés oxidativo o daño por oxidación, es una manera de neutralizar los posibles efectos negativos de un ejercicio físico intenso en el que existe inflamación y daño celular. Por ello es necesario combatirlo a través de los antioxidantes, ya sean endógenos (fabricados por el propio organismo) o exógenos (aportados a través de la dieta).

Café e… hidratación

Durante bastante tiempo se pensó que el consumo de cafeína favorecía la deshidratación en el deportista. Sin embargo, en la actualidad se sabe que el consumo diario de cantidades moderadas de café, correspondiente a unas 3 tazas diarias, no tiene un efecto a largo plazo sobre la hidratación, pudiendo, sin embargo, contribuir de forma favorable a la ingesta de líquidos.

Consumo de café y aparato digestivo

Las enfermedades del aparato digestivo son un grupo heterogéneo de patologías que pueden afectar tanto al tubo digestivo (desde el esófago, estómago, intestinos y hasta la región rectal) como al sistema hepatobiliar y al páncreas. El consumo de café ha demostrado tener efectos beneficiosos sobre el aparato digestivo, especialmente en la incidencia de algunas de las enfermedades más frecuentes del hígado y de la vesícula biliar, aunque los mecanismos por los que se producen estos efectos son todavía poco conocidos.

Café y… tubo digestivo

Algunas personas sienten cierta sensación de “ardor” tras la ingesta de café, sin embargo, no se ha relacionado científicamente su consumo con ninguna de las enfermedades que afectan al tracto gastro-intestinal.

Café y… litiasis biliar

Desde el punto de vista dietético, el único factor de riesgo bien establecido para desarrollar litiasis biliar, conocida popularmente como “piedras o cálculos en la vejiga”, es la elevada ingesta calórica. Entre los factores protectores se incluyen el ejercicio físico, la dieta rica en fibra, las proteínas de origen vegetal, los frutos secos y el café. La relación entre la ingesta de café y la litiasis biliar ha sido motivo de estudios muy interesantes que han demostrado un efecto protector en ambos sexos, de manera especial el café con cafeína.

Café, sistema hepático y cirrosis

Las evidencias científicas existentes relacionan inversamente el consumo de café con la hospitalización o muerte debida a cirrosis hepática de origen alcohólico.

Aún no se conocen bien los mecanismos responsables de estos efectos protectores sobre la cirrosis hepática, pero se han observado niveles más bajos de transaminasas hepáticas en los bebedores de café, especialmente en los consumidores de bebidas alcohólicas. Si bien la cafeína no parece estar implicada en dicho proceso, sí otros componentes del café como los antioxidantes.

Café y… cáncer

Los estudios para saber si un alimento o una bebida previenen o no de padecer un tipo de cáncer son difíciles y controvertidos. Ello explica que las consideraciones sobre los beneficios del café hayan variado con el tiempo. Hipótesis antiguas conducían a pensar que el consumo de café podría relacionarse con un mayor riesgo de cáncer. Sin embargo, estudios recientes y más rigurosos indican que el consumo de café no tiene ningún efecto sobre la aparición del cáncer y que incluso tiene un efecto protector.

En general, en la actualidad se acepta que consumir café no aumenta el riesgo general de padecer cáncer y que en cambio sí podría disminuir el riesgo de padecer cáncer oral, de faringe, de esófago, de hígado y de colon.

Mecanismos de prevención del cáncer

Se supone que el efecto preventivo del café en la aparición del cáncer se debe a la acción de la cafeína y, por tanto, es probable que el efecto beneficioso no ocurra por consumo de café descafeinado. No obstante, el café, incluso el descafeinado, contiene productos antioxidantes que son beneficiosos para la salud.

Probablemente el efecto protector del café esté relacionado con el efecto que la cafeína ejerce sobre el sistema inmune, encargado de detectar las células cancerígenas para su eliminación. Según sugieren las evidencias científicas, la cafeína podría actuar potenciando la vigilancia inmunológica de las células cancerosas.

El desarrollo de los tumores depende también de la creación de nuevos vasos sanguíneos que aseguren la irrigación del tumor. Por ello, la inducción de factores de crecimiento vascular como el VEGF (Vascular Endothelial Growth Factor) o la interleukina-8 es clave. Estudios recientes indican que la cafeína inhibe en células de cáncer de colon humano la inducción mediada por adenosina de la expresión de VEGF e interleukina-8. Los resultados de estos estudios, junto con el hecho de que la cafeína es también capaz de inhibir la migración de las células cancerosas (Merighi et al., 2007), hacen que haya prometedoras iniciativas para encontrar fármacos anticancerosos que sean químicamente similares a la cafeína.

Café y… cáncer hepático

Diversos estudios científicos han demostrado una menor incidencia de cáncer hepático en consumidores habituales de café.

En el hígado se pueden desarrollar tumores primarios o secundarios. Los tumores secundarios son las metástasis hepáticas de tumores de otros órganos, como el cáncer de colon. Entre los primarios el más frecuente es el hepatocarcinoma, también conocido como Carcinoma Hepatocelular (HC), de una gran agresividad y que se asocia frecuentemente a hepatopatía crónica y cirrosis.

Varios estudios, entre los que destaca el Japan Collaborative Cohort Study for Evaluation of Cancer Risk (JACC), que constituye uno de los más importantes estudios epidemiológicos sobre cáncer, han demostrado una correlación negativa entre consumo de café y mortalidad por hepatocarcinoma.

Café y… estilo de vida cardiosaludable

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en los países desarrollados, entre ellos España, y su relación con el consumo de café ha sido durante muchos años tema de controversia. Durante años, la opinión más extendida entre los profesionales médicos y la sociedad en general ha sido que la prevención y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares debían incluir la limitación, e incluso la prohibición, del consumo de café. Sin embargo, las evidencias científicas recientes constatan que el consumo moderado de café es un hábito cardiosaludable.

Consumo de café y menor incidencia de mortalidad por enfermedad cardiovascular

Los diferentes estudios epidemiológicos poblacionales en los que se ha estudiado la relación entre el consumo de café y la mortalidad total y por enfermedad cardiovascular, concluyen que existe una asociación inversa entre el consumo de café y la incidencia de muertes de origen cardiovascular.

Según los datos obtenidos, esta asociación inversa entre el consumo de café y la mortalidad fue debida, principalmente, a una reducción moderada de las muertes de origen cardiovascular.

El consumo de café descafeinado también se asoció con una pequeña reducción de la mortalidad total y CV en algunos estudios realizados.

Café e… hipertensión arterial

Se ha observado que el café tiene un efecto transitorio sobre las cifras de presión arterial y frecuencia cardiaca que debe ser tenido en cuenta (hasta transcurridas 4 horas después de la ingesta de café las cifras de presión arterial pueden permanecer ligeramente elevadas). Sin embargo, en todos los ensayos clínicos realizados hasta el momento los efectos crónicos del café sobre la frecuencia cardíaca fueron irrelevantes.

Los autores de un estudio realizado con 85.000 enfermeras americanas (Nurses Health Study) estudiaron la relación del consumo de café con la mortalidad total, por enfermedades CV y por cáncer y concluyeron que el riesgo de fallecer era menor a medida que aumentaba el consumo de café. Los autores también estudiaron de forma individual las clases de bebidas cafeinadas y observaron que el consumo habitual de café no se asociaba con un aumento del riesgo de hipertensión arterial.

Otros estudios parecen indicar que el consumo moderado de café (en torno a 3 tazas/día) reduce las cifras de presión arterial en pacientes hipertensos consumidores habituales de bebidas alcohólicas.

En base los datos extraídos de los diferentes trabajos realizados, las Guías de Práctica Clínica sobre hipertensión arterial recomiendan mantener el consumo moderado de café (hasta 3 tazas al día) en aquellos pacientes hipertensos que lo consumen de forma habitual.

Café y… cardiopatía isquémica

Si bien existían algunos estudios retrospectivos que reportaban una asociación entre el consumo de café y la enfermedad coronaria, los estudios prospectivos, de mayor poder estadístico, no han podido establecer dicha relación.

Aunque sigue siendo habitual en la práctica clínica limitar el consumo de café, o incluso prohibirlo, en pacientes que han sufrido un infarto de miocardio, no existen evidencias científicas que relacionen su consumo con la incidencia de Cardiopatía Isquémica en general, ni del infarto de miocardio o angina de pecho en particular.

Café e… itcus

La relación entre el consumo de café y el riesgo de accidentes cerebrovasculares, como el ictus, también ha sido objeto de estudios. En el ya citado Nurses Health Study, en el que se siguieron a más de 80.000 mujeres sin antecedentes de ictus, enfermedad coronaria o diabetes, no se observó una relación perjudicial sobre el riesgo de ictus, más bien al contrario. A partir de 3-4 tazas de café al día el riesgo se redujo un 20%. La asociación fue más intensa entre las no fumadoras y ex fumadoras y no se observó con otras bebidas cafeinadas como el té y los refrescos.