Resta grasa y adelgaza ¡Es muy fácil!

Puedes tomártelo como una filosofía de vida: elimina el exceso de grasa de tus platos siempre y por sistema y comprueba los resultados en la báscula. La grasa es necesaria en una dieta sana, pero necesitamos una pequeña cantidad, que está cubierta casi sin darnos cuenta (cocinamos con grasa, los alimentos en su mayoría llevan grasa…). Por tanto seamos muy, muy tacaños con el aceite y toda la grasa visible. Sigue desde hoy estos 12 consejos y revisa tu menaje, seguro que cuentas ya con la mayoría de los elementos necesarios para comenzar tu particular cruzada contra la grasa.






  • Al hacer cualquier guiso, como por ejemplo unas ricas albóndigas caseras (pero también sirve con sopas de cocido, carnes guisadas…) espera a que se enfríen y después con ayuda de un cucharón elimina el exceso de grasa. Si al enfriarse dejas la cazuela en el frigorífico te resultará todavía más fácil retirar la capa de grasa superior que se suele solidificar.
  • Desgrasa previamente el chorizo, si lo empleas en tu cocido madrileño, con judías verdes, con la pasta, en tus guisos… Para ello sólo tienes que ponerlo a cocer en un cazo o cacerola pequeña y eliminar tantas aguas como sean necesarias, hasta que deje de soltar grasa o suelte muy, muy poca.
  • Reduce la cantidad de yemas que empleas en tus platos y utiliza más claras. Por ejemplo si la receta dice 5 huevos (un pudin de pescado, los flanes dulces…) hazla con 2 huevos enteros y 4 claras (elimina 2 yemas que podrás incluir en otro plato). Con este simple gesto estás ahorrando un montón de calorías, ya que la yema del huevo es la parte más grasa (y rica en colesterol).
  • Realiza tus sofritos en el microondas, en lugar de en la sartén, de ese modo podrás reducir al máximo el aceite (con unas gotas que rocíes por encima es suficiente). Abre de vez en cuando el micro y remueve bien y vuelve a poner en marcha. Prueba con los sofritos de cebolla, de pimientos… Necesitas tener el menaje adecuado para el microondas (de plástico especial o cristal).




  • Cuando hagas patatas fritas a la manera tradicional (en la sartén o en la freidora, con abundante aceite de oliva) déjalas escurrir en el escurreverduras y recoge el aceite en un plato hondo. Podrás reutilizar el aceite de nuevo si todavía está limpio (2 o 3 usos máximo) y te ahorras un montón de calorías. Recuerda que una simple cucharada de aceite de oliva son 90 calorías. Te asombrarás al ver la cantidad de aceite escurrida.
  • Emplea sartén antiadherente (o una cacerola especial para cocinar sin agua y sin grasa) y para reducir la cantidad de aceite distribuye o pinta la sartén con dicha grasa con ayuda de un pincel de cocina (un pincel o brocha normal, limpio y nuevo que guardes para la cocina también vale). Con un par de cucharadas o incluso con unas gotas será suficiente. ¿Ves que fácil?





  • Si haces la tortilla de patatas puedes combinar a la hora de hacerla más de un truco quitagrasas de los que te hemos mencionado con antelación. Si fríes la patata de la manera tradicional (sartén o freidora) ponla a escurrir en el escurreverduras. Otra opción que puedes, si lo deseas, complementar con la anterior, es reducir el número de yemas de huevo (si la tortilla iba a ser de 4 huevos, hazla de 2 yemas y 4 o 5 claras). También puedes optar por hacer la fritura de la cebolla y las patatas en el microondas, con poquísimo aceite y luego cuajar la tortilla en sartén antiadherente, pintada de aceite, al fuego normal. Elige las fórmulas que quieras.
  • Utiliza productos light, porque te ayudan a recortar calorías. Pero ¡ojo!, light no significa acalórico (o sin calorías), sólo quiere decir que son productos que reducen un número de calorías, respecto a su versión entera o normal. En tus recetas es bueno que empieces a usar queso en lonchas light, leche descremada, nata con menos grasa (o leche evaporada), yogures light, mermelada light, mantequilla o margarina light…
  • Elimina buena parte de la grasa de tus fritos con la ayuda de papel absorbente de cocina. Por ejemplo cuando hagas croquetas (o calamares, o fritura de pescado… que chupan mucho aceite) disponlos primero en una fuente o plato sobre papel de cocina (verás como éste se empapa del aceite que tu te ahorras).





  • Disminuye la cantidad de aceite al máximo. Una cucharada (90 calorías) por comensal es más que suficiente. Para las ensaladas puedes emplear un pincel dosificador o bien pulverizar el aceite con un spray, para que sólo caigan unas gotitas. Para darles más sabor, añade especias y aromáticas al gusto (no suman calorías porque las empleamos, a pesar de todo, en ínfimas cantidades).
  • No olvides retirar la parte visible de la grasa de las carnes, por ejemplo le piel del pollo, el blanco de la ternera o las chuletas, el del jamón serrano… ¡guerra a la grasa! Sin duda tu salud te lo agradecerá (a menor obesidad o sobrepeso alcanzarás mayor esperanza de vida, eso seguro).
  • Y añade zumo de limón, si te gusta, es un buen desengrasante y aporta un rico sabor a tus ensaladas (¿un truco de uno de los chef que trabajan con Ferran Adrià? lava muy bien el limón y ralla su piel sobre la ensalada, verás que gusto más extraordinario). También puedes aderezar con limón el pescado (tanto el que ya has cocinado como el que vas a cocer en el microondas con sal, ajo y perejil picado y el zumo de este cítrico por encima. En unos minutos ¡está listo!, no te pases con el tiempo para que no se reseque. ¿La ventaja? El zumo de limón apenas suma calorías y su ralladura tampoco.

Menaje antigrasa

Muchas de las cosas las tienes ya en casa, otras como el pulverizador puedes encontrarlo en tiendas especializadas en productos de cocina, grandes almacenes y hasta en los establecimientos de todo a 1 euro y más. Necesitas:

  • Sartén antiadherente.
  • Batería para cocinar sin agua y sin grasa (la olla rápida también puede serte muy útil).
  • Pincel dosificador de aceite (o una brocha pequeña que guardes siempre limpia para utilizar en la cocina, éstas últimas tienen el inconveniente de que si no son de calidad pueden perder eventualmente algunas cerdas y arruinar tu plato, si no te das cuenta).
  • Escurreverduras (el que empleas para lavar tus ensaladas, para escurrir la pasta…).
  • Rollo de papel absorbente (¡utilísimo frente a la grasa!).
  • Pulverizador de aceite (para emplear dejando sólo una dosis mínima de aceite, estupendo si hay sobrepeso o bien obesidad).
  • Batería para utilizar en el microondas (son cazuelas o fuentes, que pueden ser de plástico resistente al microondas o de cristal, las tapas tienen unos orificios por los que dejan salir el vapor. Si no dispones de ellas puedes emplear un plato hondo y una tapa de microondas (de las que utilizas para calentar y evitar salpicaduras).

Fotos: AR Imagen