- Un estudio norteamericano subraya la necesidad de que los ancianos controlen los kilos de más en la cintura y la cadera.
JANO.es, 14 Septiembre 2009
Una pregunta fundamental es saber «si el IMC es o no una medida adecuada de obesidad en los adultos de edad avanzada», se cuestiona en “Annals of Epidemiology” el equipo de Preethi Srikanthan, de la University of California, de Los Angeles (Estados Unidos).
En esas personas, señala el equipo, «la modificación del tamaño y la composición corporal normal con el envejecimiento limitaría la utilidad del IMC “para determinar cuánta grasa tiene una persona en el cuerpo y su riesgo de morir en un período determinado”.
Los autores analizaron datos de 1.189 varones y mujeres de entre 70 y 80 años durante más de una década, a partir de 1988. En el 2000, 492 habían muerto.
El equipo no halló una relación entre el riesgo de muerte durante el estudio y el IMC y el tamaño de la cintura. De todos modos, el riesgo de morir en los 12 años del estudio estuvo asociado a la relación cintura-cadera.
En general, esa relación es menor que 1 porque la cintura es más pequeña que la cadera. A medida que ese valor se acercaba a 1, o lo superaba, el riesgo de morir durante el estudio aumentaba.
¿Por qué un valor fue mejor predictor de mortalidad que el otro? «La relación entre la circunferencia de la cintura y de la cadera es distinta a la circunferencia de cintura porque también tiene en cuenta al tamaño de la cadera», que incluye a los músculos en los muslos, explicó Srikanthan. Y una mayor masa muscular, a diferencia de la grasa, sugeriría una mejor calidad de la salud.
El nexo entre un valor más alto de relación cintura-cadera pareció más sólido en las mujeres que en los hombres.
Los resultados indicarían que «mejorar la masa muscular en las extremidades bajas sería importante para moderar el riesgo para la salud de la grasa abdominal en los adultos de edad avanzada».